1. Introducción.

Una de las cosas interesantes a la hora de buscar unos buenos auriculares para juegos es que algunas marcas ofrecen variedad de modelos escalonados según sus especificaciones técnicas de modo que podemos optar a una gran variedad de los mismos atendiendo a sus prestaciones, y que a menudo suelen coincidir con sus precios escalonados.

CORSAIR, que ya lleva bastantes años en esto del audio, ha sabido comercializar algunos modelos muy interesantes de auriculares. Sin ir más lejos es de recibo recordar su modelo VOID RGB ELITE Wireless, que es probable que sean los auriculares más equilibrados que ha lanzado hasta la fecha, siendo un buen ejemplo de superventas.

Sin embargo, con la gama de los VIRTUOSO, la marca de la triple vela subió el listón para ofrecer auriculares todavía más premium. Pero éstos no están solos y existen una buena variedad de auriculares, incluso para varios gustos y necesidades. Estamos hablando de los HS65, de los HS55 y todas sus variantes, así como los interesantes auriculares CORSAIR HS80, también con algunos variantes.

Centrando la atención en toda la serie HS80, CORSAIR ya ha lanzado hasta 3 modelos diferentes, todos ellos en blanco o negro (gris metal):

  1. Auriculares de diadema CORSAIR HS80 RGB USB (con cable), 109’90 €.
  2. Auriculares de diadema CORSAIR HS80 RGB Wireless, 149’90 €.
  3. Auriculares de diadema CORSAIR HS80 MAX Wireless, 189’90 €.

Mirad los precios escalonados. La variante con la coletilla MAX Wireless es la versión siguiente al modelo RGB Wireless, con algunos detalles mejorados en sus especificaciones técnicas, ambos con tecnología inalámbrica y por Bluetooth. Por tanto, no hay que confundir ambos modelos, aunque aparentemente sean prácticamente iguales.

De entrada, los MAX son un poco más ligeros, de 717 gramos, frente a los 933 gramos de los RGB. Además, tienen una batería ligeramente mejor, de hasta 24 horas de duración en inalámbrico con iluminación al máximo, frente a las 20 horas de los RGB. Pero el peso y la duración de la batería son cosas secundarias frente a los transductores de 50 mm de neodimio, que también son mejores, son algo más sensibles, de 119 db frente a los 116 db de los RGB, ambos a 32k Ohms @ 1kHz, y ya podemos adelantar que la experiencia sonora es algo mejor, sobre todo usando Dolby Atmos para auriculares, disponible en ambos modelos también.

Sin embargo, tal como veremos, el micrófono omni-direccional equipado de 2.2k Ohms sigue siendo el mismo. Así que todas las peculiaridades del micrófono que arrastra el modelo RGB Wireless, siguen estando en el modelo MAX Wireless, siendo el punto débil de ambos modelos. Luego veremos porqué.

Lo que no cabe duda es que los HS80 en general poseen uno de los diseños más atractivos y cómodos de auriculares de la marca, algo que se nota también en cuanto a calidad de construcción y materiales empleados, donde cada detalle ha sido minuciosamente tenido en cuenta. Estos auriculares son realmente bonitos y resistentes. Veamos qué traen estos HS80 MAX Wireless, considerados un escalón por debajo de los mejores VIRTUOSO…

2. Embalaje. Componentes y accesorios

Embalaje y presentación

Los auriculares HS80 MAX Wireless de Corsair vienen en una sencilla caja de cartón fina con una capa envolvente extraíble y con un molde de cartón en su interior con acomoda de los auriculares. Todo el conjunto del embalaje es sencillo, bien presentado y suficiente para proteger el interior del producto al completo.

La presentación del embalaje es la típica de Corsair, con negro y amarillo como protagonista, con la cara frontal dejando ver el perfil izquierdo de los auriculares con el micrófono completamente abierto. La cara trasera desgrana en diferentes idiomas sus características y especificaciones más relevantes.

Lo destacable son 3 cosas concretas, la tecnología inalámbrica de 2.4 GHz de Corsair, Dolby Atmos e iCUE, que de momento lo dejamos de lado, además de la utilidad Sonarworks SoundID para ajuste de audio. La tecnología inalámbrica a 2.4 GHz permite conectar de forma inalámbrica los auriuclares, permitiendo una señal rápida y de largo alcance, superior a la señal Bluetooth. Bluetooth suele permitir un alcance algo superior de 10 metros en tiro directo y tiene cierta latencia. Con la señal a 2.4 GHz la latencia es menor, sobre 1ms, y el alcance es superior, llegando, según la marca, a los 50 pies (unos 15 metros) de tiro directo de radio. Tiro directo implica no tener ningún obstáculo entre el receptor, habitualmente conectado en un PC y los auriculares, habitualmente colocados en la cabeza del usuario, así que dependerá de donde se encuentre él mismo. Si hay obstáculos, una pared, muebles, electrodomésticos, obviamente esta longitud quedará mermada e incluso podrá influir en la calidad de la señal.

Corsair sigue apostando por Dolby Atmos, que tan buenos resultados le ha dado. Recordad que lo habitual es que la mayoría de auriculares también son compatibles con el procesamiento de sonido espacial «Windows Sonic para auriculares». Pues bien, algo parecido ocurre con este Dolby Atmos. Cabe recordar que, aunque la gente podrá entender Dolby Atmos como algo mucho más grande, es una marca que suele usarse en las salas de cine más avanzadas tecnológicamente con sistemas de múltiples altavoces, no solo dos canales. Poner el sello único de «Dolby Atmos» en un embalaje, aunque luego se medio explique qué es esto, es medio engañar al cliente. Lo acertado sería algo así como «Dolby Atmos for Stereo Headphones».

Corsair suministra una licencia para poder usar de forma gratuita y para siempre la APP «Dolby Access para auriculares» descargable en el Microsoft Store de Windows 10/11. Sin esta licencia, Dolby Access para auriculares es un programa con versión de demostración de 7 días. Una vez pasado el plazo, pasa a ser de pago. Obviamente, para descargarlo, es necesaria una cuenta online de Microsoft, un hotmail, o un gmail de la propiedad del usuario.

Componentes y accesorios

Al abrir el embalaje, además de la tarjeta publicitaria del Dolby Access, se encuentra el folleto de garantía y el de información de seguridad para su correcto uso. Además, en un compartimento inferior se encuentra el cableado USB con conexiones de tipo C a tipo A. Este cableado es de calidad, con terminación en cordón y con conectores robustos. Mide 1.8 metros de longitud.

Po último, se adjunta el receptor USB como el tamaño del dedo meñique para poder conectar los auriculares de forma inalámbrica. Este receptor ofrece la tecnología de conexión sin cables a 2.4 GHz. La presentación en general es sencilla pero de suficiente calidad.

No hay mucho más que decir aquí además de adjuntar los propios auriculares. Una vez más, se echa de menos alguna bolsa de transporte o al menos unas almohadillas de repuesto, aunque éstas incorporadas parecen de mayor durabilidad que otros auriculares de Corsair. El producto tal como viene trae lo imprescindible para usarlo. Particularmente aplaudiríamos más accesorios, como la bolsa o las almohadillas de repuesto en lugar de tanta documentación impresa, que al fin y al cabo todo se puede consultar en internet en la web oficial de Corsair. Menos gastar papel y más ofrecer algún que otro accesorio más, dado el precio del producto, que no es precisamente muy económico.

Los auriculares HS80 MAX Wireless. Diseño y comportamiento

El componente principal son los auriculares HS80. La primera impresión al verlos es gratificante. Son muy bonitos visualmente, elegantes, con acabados muy buenos. De hecho, el diseño de estos auriculares es probablemente el mejor que ha sacado Corsair hasta ahora, superior a los HS60 Haptic, a los referentes Void e incluso a los exquisitos Virtuoso. El principal motivo es su comodidad. Aquí han dado de lleno en una ergonomía acertada, con los ajustes mínimos necesarios, aunque luego tocará matizar algún que otro problema.

Los HS80 MAX Wireless tienen una diadema puente deformable con una parte metálica de refuerzo en su interior y acabado de plástico externo con acabado liso agradable al tacto. Sostiene en sus bases una cinta flexible con recubrimiento de piel sintética y con extremos de velcro regulables en longitud, entre unos 3 o 4 cm. Esto permite poder acortar o alagar esta cinta unos 8 cm en total (4+4). Probablemente esta cinta será lo que más se desgaste por el uso. Esperemos que Corsair pueda venderla como accesorio de repuesto, además de un kit de almohadillas.

Las horquillas laterales son metálicas, permitiendo girar los cascos levemente en vertical y con un giro horizontal superior a los 50º. Todo esto permite, junto con el acolchado acertado de las almohadillas suministradas y su tamaño, un ajuste perfecto en cualquier cabeza, válidos para cabezas medianas y grandes, incluso en cabezas pequeñas.

El acabado lateral de los cascos es de plástico liso negro con un recubrimiento parcial centrado de engomado. Esta capa superficial de goma será la parte más castigada a lo largo de su uso. Sin embargo, antes de entrar en la principal pega de este producto, las almohadillas son todo un acierto. No tienen partes de piel sintética, que pueden terminar desprendiéndose. Todo el recubrimiento es una sola pieza del mismo material, así que parecen bastante duraderos.

El brazo es abatible unos 115º aproximadamente, en posición vertical permanecerá apagado y un poco abatido ya pasa a modo activado. El codo tiene un sensor para encender o apagar el micrófono, algo muy práctico. Este codo es bastante firme y no es fácil que el brazo caiga por su propio peso, algo que sí ocurría con los Void. Este brazo es deformable hacia fuera o hacia dentro de la cara para ajustarlo mejor a la altura de la boca.

La zona de control, una vez más, se sitúa en la base del casco derecho, mientras el conector USB tipo C está en el casco izquierdo. Nada nuevo en este tipo de auriculares. Se localiza fácilmente el acceso de la rueda para subir y bajar el volumen, y un botón para encender y apagar la unidad, además del LED de estado de encendido/apagado o de carga de la batería, ésta última con una duración de uso de unas 24 horas, con un volumen no excesivamente alto, tal como hemos podido probar. ¡No está mal!

Todavía esperamos más innovación con este tipo de aparatos, colocando, por ejemplo, los botones y rueda de volumen en la parte superior del casco de forma estratégica. Sería incluso más práctico y cómodo acceder ahí, como si te estuvieras rascando la oreja por arriba.

Hasta ahora el diseño de estos auriculares es prácticamente impecable. Realmente cuanto más los ves más te gustan. Habitualmente suele ocurrir al revés. Es relativamente sencillo cansarte de un producto porque realmente no es atractivo, los hay muchos así. Los HS80 lo son, sea por su forma, y sea también por sus colores discretos, entran muy bien por la vista y son fácilmente reconocibles, a pesar de su sobriedad.

Pero no todo termina de convencer. No gusta del todo que parte del cableado lateral esté visto, aunque aparentemente está bien protegido. Es mejor protegerlo de alguna manera mediante un paso interno. Cuando hablamos de auriculares baratos esto no tiene mucha importancia, pero éstos ya cuestan bastante más de los 180 €. Se espera algo más de ingenio. Este cableado visto, que tampoco queda mal visualmente, es más un problema de protección del cable que otra cosa, contrasta con el aro plateado de ambos laterales, que le dan un toque elegante.

Particularmente, nos encanta que se use un color totalmente predominante, como es el caso con un negro mate intenso y ese gris oscuro, y ciertos toques disimulados de otro color, como es el plateado o algún detalle minúsculo en amarillo. Esto queda maravillosamente bien en cualquier producto que quiera ser elegante. Realmente los HS80 no van a quedar mal encima de ninguna cabeza, independientemente del aspecto del usuario.

La parte claramente negativa se la lleva el diseño del brazo, más bien su longitud, y la sensibilidad real del micrófono. Aquí ocurren dos cosas que es necesario aclarar y que sabemos que muchos usuarios, a día de hoy, siguen confundiendo. Tal como hemos probado en profundidad en multitud de auriculares, con los HS80 Corsair sigue cometiendo el mismo error que otros modelos, como también ha ocurrido, desgraciadamente con los Virtuoso y los ya vistos HS80 RGB Wireless. El micrófono en sí es de buena calidad, capta muy bien el sonido y cualquier usuario receptor al otro lado, se con la transmisión que sea, como en Skype o una partida online, te oirá alto y claro y sin apenas sonido de fondo. El micrófono omnidireccional está bien filtrado. Pero el problema está en el apartado siguiente…

Calidad y autopercepción del micrófono

El problema común es la autopercepción (el usuario se escucha a sí mismo a través de los transductores). Una vez más los HS80 MAX pecan de un brazo demasiado corto, ni siquiera válido para cabezas de tamaño mediano, pongamos como referencia los que usan cascos para bicicleta de tamaño M, ni mucho menos para cabezas más grandes. El brazo va a quedar unos 2-3 cm alejados del corte bucal izquierdo. Esto, junto a la baja sensibilidad en el nivel de captación para el retorno del audio a través de los transductores ocasiona que la autopercepción sea extremadamente baja, incluso con el nivel de la barra de autopercepción del iCUE al máximo. Es exactamente el mismo problema que arrastran los HS80 RGB Wireless, por eso sabemos que equipan el mismo micrófono. Aquí Corsair no ha mejorado esto en absoluto, ignorando otra vez lo que algunos analistas de hardware comentamos.

Así que no hay que confundir la autopercepción con la calidad de audio o lo potente que se oye el micrófono a través del Skype, por ejemplo. De hecho, algunos usuarios potencian esta salida de señal del micrófono con otro software, como el Equalizer APO, aplicando una ganancia de varios dBA para obtener más intensidad de volumen, supliendo capacidades que bien podría tener iCUE en caso de ser necesario. Serían opciones que bien se podrían usar o no. Este tipo de software adicional NO sirve para regular la autopercepción, puesto que la autopercepción es una señal directa interna de los auriculares entre el micrófono y los dos transductores, precisamente para ofrecer latencia 0 ms, puesto que escucharte a ti mismo con cierta latencia no es para nada práctico. De hecho, es inservible.

Pues bien, estamos hablando de auriculares «etiquetados para jugadores» y «premium» que cuestan 190 €. Básicamente, solo se piden 3 cosas, calidad de audio de los transductores, que la cumple, comodidad, que la cumple, y calidad en el micrófono que la cumple a medias, solo 3 patas, con una de ellas que falle este tipo de producto se va al traste, tal como ocurrió antaño con los HS80 RGB Wireless, y puede repercutir directamente en las ventas del mismo, en la opinión de sus clientes y todo suma. Fue lamentable esta misma situación con los Virtuoso, auriculares de un precio elevado y una vez más vuelve a ocurrir el mismo error con los HS80 MAX.

Los usuarios jugadores necesitan sentir que las marcas nos toman en serio. La palabra «jugador» puede connotar un significado «negativo» o «poco serio», como si de un niño se tratara. Tanto es así que, en España, como en partes del planeta se usar «gamer» en lugar de «jugador» porque parece que suene más guay o atractivo, aparte del mal uso de la lengua y del abuso del uso de palabras en inglés para hablar guay sin hablar bien. De hecho, hay jugadores profesionales…. perdón, gamers profesionales, que ganan más sueldo que otras personas.

La autopercepción es un asunto altamente importante para los jugadores serios. Si esto no funciona correctamente, es decir, el usuario se escucha bajo o muy bajo con los transductores al máximo de volumen y con la barra de autopercepción al máximo de volumen, el usuario terminará gritando, porque se escuchará más bajo que el resto de los participantes en el juego, y como mínimo, necesita escucharse al mismo nivel que éstos, desencadenando una situación incómoda o desagradable. Esto fallaba con los Virtuoso y sigue fallando con los HS80 RGB Wireless y los HS80 MAX Wireless. Estamos saturados de multitud de productos sustitutivos en el mercado. Este tipo de cosas no deberían ocurrir, y menos en una comunidad tan grande como es la de los jugadores, que cada vez se está tomando más seriamente por otras marcas que están por llegar o están llegando.

Por suerte, la autopercepción es un concepto que incluso gran cantidad de usuarios todavía no entiende, y las marcas lo saben y no le prestan demasiada atención, una vez más. Pero es fundamental para un jugador poder escucharse bien a sí mismo muy alto y claro, con una capacidad de volumen incluso superior a la natural, y poder regular esto con la barra de volumen de autopercepción, vamos que esta barra vaya sobrada y no al revés.

Además, los auriculares no tienen forma de activar y desactivar la autopercepción desde sí mismos, a diferencia de los Void o los Virtuoso, por ejemplo. Será necesario ejecutar la ventana del iCUE para poder hacerlo desde la barra. Esto es un tanto incómodo, un capado importante si te interesan unos auriculares con buena autopercepción.

Calidad de los transductores de neodimio

Antes de pasar al software, hace falta una mención breve a la calidad de audio de los transductores. Los HS80 MAX si han evolucionado respecto a otros auriculares recientes. Se siguen usando transductores de neodimio de 50 mm de diámetro, uno en cada casco, conformando un sistema de sonido estéreo o 2.0 con respuesta de 20 Hz a 20 KHz según el fabricante, un rango que en realidad es una burrada (el usuario por debajo de los 80/70Hz no va a percibir nada, y menos llegar los 20 Khz). Estos transductores son mejores que los equipados en los Void e incluso son ligeramente mejores que los HS80 RGB Wireless y están a la par de los equipados en los Virtuoso, si es que no son los mismos.

Al usarlos se escucha con suficiente volumen (aunque siempre esperamos un poco más de potencia en auriculares inalámbricos, algo que solo obtenemos con auriculares de cable), con un buen equilibrio entre frecuencias bajas, medias y altas, incluso al ecualizar la fuente de sonido con iCUE, sin realmente ahogarse al ecualizarlos, algo que sí pasa en auriculares como los Vengeance 2100 o incluso los veteranos Void. Aquí el truco está en lo bien que están diseñados los auriculares cerrados que permite que las almohadillas encierren muy bien alrededor de las orejas con la presión o apriete justo, claramente superior a cómo funcionan los Void y más cómodos que los Virtuoso. Esto hace que las frecuencias más graves se perciban claramente mejor.

En este sentido, el diseño general de los auriculares es todo un acierto, y demuestra, una vez más, que la experiencia de audio del usuario no solo depende de la calidad de los transductores y su potencia y resistencia, sino también en como el fabricante construye las piezas de los auriculares, diadema, cascos, almohadillas, para que todo funcione en su justa medida. Los HS80 resultan excelentes aquí, dando en el clavo para no perder en frecuencias bajas manteniendo el equilibro junto con la comodidad sin fatigar en exceso la cabeza del usuario.

4. Instalación y uso. Software iCUE 5, SoundID y Dolby Atmos

Básicamente 3 cosas que probar aquí: el panel de audio de Windows 11 y sus controles, y como no el software iCUE, que detectará tanto el receptor USB inalámbrico como los auriculares HS80 MAX por separado, es decir, 2 dispositivos. Además, será necesario probar la utilidad SoundID y el APP de Microsoft Store Dolby Access con la licencia de Corsair para el mismo. Hemos probado la versión 3.20.1173.0 bajo Windows 11 con las últimas actualizaciones de experiencia y seguridad aplicadas.

De entrada, esta terna de software empieza a desencajar aquí. ¿Es necesario emplear 3 programas diferentes para controlar unos simples auriculares inalámbricos? Realmente lo que un usuario esperaría, o eso es lo que debería esperar, es tener un solo panel de audio, esté donde esté, donde pueda controlar todo lo que tenga que ver con su dispositivo de audio, en este caso los HS80 MAX. Los fabricantes de hardware deberían «pelear» con Microsoft para que así fuese y si hay alguna licencia de por medio, que todo esté unificado igualmente.

Sin embargo, con este producto tendremos 3 programas, cada uno de su papá y su mamá. Esto también hace que en conjunto, el control de estos auriculares sea algo enrevesado o incómodo, más bien poco directo. Veamos con un poco de profundidad qué ocurre exactamente…

El usuario tendrá que instalar iCUE bajo Windows 11, descargable desde la web oficial de Corsair (al menos la última versión v4.15.153 que da compatibilidad a estos auriculares). Si eres un cliente que usa ya Windows 11, probablemente te toque hacer exactamente lo mismo, puesto que la base de Windows 11 es Windows 10. No debería haber problemas con este producto de Corsair, ni con ningún otro. Lo siguiente es actualizar el firmware si es necesario, tal como hemos probado sin ningún problema con la nueva versión 5.10.82.

En Windows 11, para acceder a la frecuencia de muestreo y profundidad de bit hace falta dirigirse a las opciones avanzadas de las propiedades de audio del dispositivo en cuestión dentro del panel de control de sonido de Windows 11, un camino largo y tedioso. Algo parecido ocurre con el cambio del sonido espacial, que también está accesible desde la derecha de la barra de tareas de Windows. En este caso, los HS80 son compatibles con «Windows Sonic para auriculares» y para «Dolby Atmos for headphones» (gracias a la licencia de Corsair).

Por tanto, el usuario tiene que salirse del panel de control de iCUE para controlar cosas que tienen que ver directamente con el dispositivo que pretenden controlar. Sabemos que Windows 10 es un caos de sistema operativo en cuanto a interfaz del usuario (internamente también lo es), con paneles del estilo de diferentes sistemas operativos más viejos. Todo esto hace que controlar los dispositivos de audio en general sea un tanto incómodo, a pesar que el control de unos auriculares es relativamente sencillo, y Microsoft no ha parado de parchear para que finalmente funcionara medio bien en Windows 11 después de 2 o 3 años tras su lanzamiento.

Por otro lado, el usuario tendrá que usar una cuenta online de Microsoft, no una cuenta local, para poder usar su Microsoft Store. Tras ello, podrá descargar el programa «Dolby Access», cuyo propietario es Dolby Laboratories y que fue lanzado a principios del 2017, así que es un software relativamente joven.

Dolby Access permite utilizar el filtro de proceso de audio «Dolby Atmos para auriculares», reconvirtiendo las señales multicanal (pudiendo soportar hasta 128 canales) a un doble canal estéreo 2.0 aparentemente envolvente, o «Dolby Atmos» para reconvertir, si fuera necesario, las señales multicanal a sistemas más modestos 5.1 o 7.1. El resultado es un sonido espaciado más rico que el famoso Dolby Digital, DTS, o tecnología de filtrado y reconducción específicas para auriculares estéreo. Lo primero que hay que entender aquí es que no hay que confundir «Dolby Atmos para auriculares» con «Dolby Atmos», puesto que, aunque el fin sea el mismo, el proceso, o mejor dicho, el postproceso de audio es claramente diferente.

Con la licencia de Corsair tendréis acceso para siempre a la tecnología «Dolby Atmos para auriculares», independientemente de la cuenta de Microsoft usada, ya que la licencia está asociada al dispositivo de audio. Es decir, el programa Dolby Access es el que detecta el dispositivo y le deja paso. Por tanto, el usuario podrá usar sus auriculares HS80 RGB Wireless con su licencia Dolby Atmos para auriculares en cualquier PC con cualquier cuenta online registrada de Microsoft (un hotmail o un gmail…).

Llegando a este punto, el usuario no solo va a usar 3 programas distintos, uno de Microsoft, otro de Corsair y otro de Dolby Laboratories, además de la cuenta registrada online de Microsoft junto con la licencia automática que otorga Corsair a sus HS80 MAX. Todo esto no sería excesivamente importante, sí a tener en cuenta, sino fuera por lo que ocurre con la APP de Dolby Access.

De entrada, Dolby Access es un programa aparentemente sencillo. Tiene 3 pestañas de paneles arriba de la ventana, de inicio, productos y configuración. El primero de inicio es una malgama de publicidad de múltiples productos, supuestamente compatibles con Dolby Atmos. En realidad no hay tanto contenido compatible con Dolby Atmos, y esta tecnología necesita expresamente que los ingenieros de sonido produzcan el audio y lo canalicen como es debido para que el producto final, sea un trailer, una película, un juego o música, suene realmente en Dolby Atmos.

La pestaña productos muestra qué producto compatible vas a usar, en este caso Dolby Atmos para auriculares con los HS80 RGB Wireless Gaming para jugadores gamers. Estos jugadores gamers podrán entrar en la pestaña «configuración», que es la que realmente interesa. Este panel permite usar diferentes perfiles de ecualización predefinidos. Además, tendrá acceso a 3 perfiles personalizables, Ajuste 1, 2 y 3, mediante un bonito ecualizador de 10 bandas, de 32Hz a 16 Khz, con la capacidad de activar/desactivar la «virtualización de sonido envolvente». Todo suena bien, de hecho el sonido Dolby Atmos «virtual» es palpable en los auriculares y la experiencia mejora incluso comparado con la tecnología Auriculares Dolby de los Void, por ejemplo. Está claro que Dolby Atmos es lo más alto en cuanto a calidad de audio multicanal virtual. Y al menos hasta donde hemos probado, Dolby Atmos es estable con programas de audio más usados, como VLC Player, Jetaudio o Dopamine.

Para ir terminando, el problema está la experiencia de uso en sí. Para usar Dolby Atmos para auriculares es necesario acceder al panel de Windows, ya que desde iCUE no es posible actualmente, cosa rara a falta que lo revisen, el poder cambiar a sonido espacial Dolby Atmos. Esto implica desactivar el ecualizador del iCUE puesto que no puede usarse con la APP Dolby Access activada. Esto no es particularmente un problema, se cambia y ya está. Dolby Access suministra su ecualizador propio, junto con la virtualización del sonido, pero cualquier ajuste de cualquier barra de ecualización va a requerir que el usuario deba hacer un pasito más y darle a un botón de «Aplicar» para que la ecualización surta efecto. ¿Perdona? Esto en la práctica inutiliza la esencia de cualquier ecualizador, que debe permitir cambiar cualquier frecuencia en tiempo real. Esto es cosa de Dolby Laboratories y no de Corsair.

Se nota que cuando se cambia la ecualización y se aplican los cambios se debe reprocesar la señal, convirtiéndose en una tarea algo pesada, poco fluida e instantánea, que invita al usuario a tocar lo mínimo posible estos ajustes y dejarlos estar. Dicho esto, para usar el ecualizador del iCUE será necesario desactivar el Dolby Access y para jugar a juegos compatibles con Dolby Atmos o ver pelis compatibles será necesario reactivarlo, haciendo que el usuario haga un pequeño vaivén entre sus programas. Recordad que la fuente de audio original debe tener el audio grabado en Dolby Atmos, la película, el juego…, no en Dolby Digital o DTS o estéreo mp3 cutre. Y no, «Dolby Digital 5.1» no es lo mismo que «Dolby Atmos».

Para terminar, queda probar la utilidad SoundID. A través de un asistente de interactuación con el usuario, es posible ajustar el canal derecho e izquierdo para adaptarse a la audición del usuario, para que tenga la misma sensación de escucha en ambos oídos. La utilidad funciona bien para crear el perfil del usuario. Sin embargo, está en inglés, no en español, a falta de traducirlo. El resultado final de audición devolverá una tabla comparando ambos canales según una posición de nivel determinada de escucha. En este caso, ambos escuchas, izquierda y derecha han sido casi pares, dentro del campo de escucha considerado normal. Aunque no es una prueba médica, se agradece que el usuario pueda tener una referencia de cómo está realmente su audición.

En resumen, los HS80 MAX Wireless pueden considerarse una gama alta/media, más alta que media, referencia de Corsair. Reúnen un diseño de auriculares sobresaliente que nos ha encantado, calidad de audio más que notable (claramente superior a los Void y ligeramente superior a los HS80 RGB Wireless y el principal motivo para su compra), con o sin Dolby Atmos, tanto en los transductores como en el micrófono, pero con un problema claro en la autopercepción del micrófono (corta longitud del brazo, baja captación del micrófono con débil señal hacia los transductores) y barra de volumen de autopercepción inútil dentro de iCUE4.

Se puede apagar o controlar el brillo de iluminación en ambos cascos, amplificar el sonido del micrófono en varios niveles, algo que viene bien incluso para grabar, o incluso configurar el autoapagado en minutos de los auriculares, o mostrar el icono de nivel de batería en la barra de tareas de Windows, entre otras cosas, a través del panel de configuración de los auriculares. No está nada mal.

La autopercepción también es una característica fundamental para muchos «jugadores gamers», que usan un PC de juegos… gaming. Que al final el usuario tenga que usar 3 programas distintos tampoco termina de convencer, siendo un poco decepcionante la experiencia de control del ecualizador del Dolby Access, aunque el sonido Dolby Atmos para auriculares es insuperable actualmente y se agradece esa licencia de uso ilimitado por parte de Corsair para su producto.

4. Recomendación y valoración

Los auriculares HS80 MAX Wireless de Corsair están altamente recomendados por Hardaily para usuarios exigentes que necesiten unos auriculares de diadema solo para PC, que sean realmente cómodos y muy elegantes y bien terminados, son muy bonitos y de entrada bastante duraderos, y que su principal demanda sea una calidad buena, alta, de audio de sus dos transductores de neodimio, con un buen equilibrio entre frecuencias bajas, medias y altas y un buen comportamiento al ecualizar desde iCUE5, señalando su buen comportamiento en frecuencias bajas. Están genial.

Los auriculares encajan muy bien contra la cabeza, aprietan lo suficiente y esto mejora la recepción de las frecuencias bajas. A muchos auriculares de diadema les sucede lo contrario, mientras que los HS80 lo tiene bien resuelto, al menos mientras la cinta de la cabeza siga funcionando. Todo lo demás debería contemplarse en un segundo plano, como el uso del APP Dolby Access, que a priori parece el principal reclamo… ¡guauuu Dolby Atmos!, pero este APP no es nada práctico con su ecualizador de 10 bandas, aunque el sonido «Dolby Atmos for heatphones» es probablemente lo mejor que escucharéis en unos auriculares estéreo siempre que la fuente de audio sea realmente Dolby Atmos. Podréis disfrutar de sonido estéreo a 24 bit y 96 KHz mediante la conexión inalámbrica y también a 24 bit a 96 KHz mediante el cableado USB suministrado, aunque la diferencia real al escuchar ni la notaréis. De paso, si os quedáis sin batería podréis seguir usando los auriculares mediante el cable USB, al mismo tiempo que están cargando.

La duración de la batería es la correcta, hasta unas 24 horas con el volumen de los cascos a algo más de la mitad y el hecho de poder conectar inalámbricamente, inclusive por Bluetooth, tiene sus claras ventajas. La calidad del micrófono es bastante buena al captar los sonidos y está bien filtrada para evitar algo el sonido de fondo; tus compañeros de batalla te escucharán bien.

Sin embargo, y aunque nos duela, Hardaily no recomienda los HS80 MAX Wireless si el usuario va a usar la autopercepción del micrófono, porque actualmente, tal como está con la versión de iCUE5 v5.10.82 es una decepción. Es que ocurre exactamente lo mismo que con los HS80 RGB Wireless, los transductores no reciben la intensidad de señal que deberían recibir para escuchar tu propia voz alto y claro. Esto puede provocar que termines literalmente gritando cuando eches una partida y te comuniques con tus amigos, dejando la barra de volumen de autopercepción inútil. Tampoco podrás encender/apagar la autopercepción desde los mandos del casco derecho, deberás hacerlo desde iCUE, siendo más molesto. Si para ti la autopercepción es muy importante, no compres estos auriculares, al menos hasta que Corsair mueva ficha y lo solucione a través de una actualización del iCUE o más bien un firmware nuevo de los auriculares, si es que tiene solución o quiera solucionarlo. No es la primera vez que la marca de la triple vela le han salido así unos auriculares.

Una vez más debemos recordar que cuando analizamos este tipo de productos, resulta casi ridículo que los usuarios exigentes se compren unos auriculares «caros» con su micrófono abatible y todo eso, y terminen usando un micrófono de sobremesa porque el control o calidad del micrófono de los propios auriculares no es el apto o mínimamente aceptable. En Youtube está llenito de éstos. Estamos hablando de auriculares para «jugadores gamers», supuestamente deberían tener una calidad superior a otro tipo de auriculares, digamos, más normales. Si es que al final es habitual que el problema no sea el propio micro, sino su calibración y posición de fábrica, cosas que el usuario no podrá corregir.

Los Corsair HS80 MAX Wireless obtienen de forma holgada el premio Hardaily Gold Award. Estos auriculares cuestan unos 190 €, su diseño, comodidad y calidad de audio son lo mejor de los mismos y en realidad, solo tienen un par de pegas, dejando a un lado lo sucedido con el ecualizador de Dolby Access, que depende de Dolby Laboratories. Se agradece que se incluya una licencia para esta APP descargable en el Microsoft Store de Windows 11, y que también vale lo suyo. Pero, en general, estas soluciones que requieran usar hasta 3 programas diferentes (Windows, iCUE, Dolby Access) para configurar cosas que tienen que ver con los auriculares no termina de cuajar.

Si los fabricantes de auriculares para «jugadores gamers» quieren hacer algo bien, tendrán que buscar el camino para que todo, y todo es todo, sea controlable desde un único panel, y en este caso debería ser iCUE. Por poner un ejemplo básico, todavía iCUE5 no tiene una barra de volumen general de los transductores, sí el volumen del micrófono, sí el de autopercepción. Si el usuario quiere cambiar el volumen de los auriculares con el ratón, tendrá que ir al panel de Windows. ¿Pero por qué si estoy ahora manejando el panel del iCUE? Todo está dividido, esparcido aquí y a allá, sin mencionar lo que ocurre con la APP Dolby Access, que es en sí un programa totalmente aparte. Estos detalles, aparentemente insignificantes, son los que causan que la experiencia global con este tipo de auriculares no sea plena o completamente satisfactoria, y desgraciadamente es algo bastante común en muchas marcas. Simplemente nos ha pasado lo mismo que con los HS80 RGB Wireless, los MAX son de una calidad muy levemente superior de audio, más detallado en Dolby Atmos para auriculares, pero poco más que rascar.

Hardaily Gold Award

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