4. Pruebas varias

La primera prueba física pasa por desplegar la alfombrilla, a ver qué tal se comporta. ¿Para qué? Cuando se trata de alfombrillas no rígidas, aunque sean pequeñas, es necesario probar la planeidad de éstas, al ser desplegadas por completo, debido a su carácter deformable. La Arma consigue una planeidad más que notable, siendo esto uno de los aspectos más importantes en esta clase de periféricos, demostrando calidad en los materiales empleados, generalmente por su peso neto (detalle destacado a pesar de su tamaño estándar) y la calidad de la capa inferior de caucho. Esto es importante para que la alfombrilla no se convierta en un pequeño obstáculo en el recorrido del ratón. Se despliega, y ya está lista para su servicio.

Los cantos redondeados y las esquinas están tratados adecuadamente, de modo que tendrá que pasar un tiempo largo para que se acaben desprendiendo o deteriorando. Como siempre, dependerá del uso, intensivo o no y del cuidado del usuario. Por otro lado, la tela parece de calidad, es suave y agradable al tacto, y también es lavable. Los dibujos de colores son los que más llama la atención, no por el dibujo en sí o su forma, que también, sino por la calidad material de éstos, siendo de gran durabilidad. La base de caucho es resistente y muy difícil de erosionar por roce; garantiza también una durabilidad notable.

Con todas las capas, la alfombrilla es bastante deformable y flexible. Se puede enrollar y desenrollar repetidas veces y siempre se comporta igual.

Para probar el servicio de la Templarius Arma (básicamente su agarre inferior y su roce superior), que menos que usar algunos ratones y poder ofreceros nuestra experiencia en algunas superficies. Para ello hemos empleado los siguientes periféricos:

Ratones:
  • Logitech Cordless Desktop MX 3200 (láser)
  • QPad 5K (láser)
  • CM Storm Sentinel Advance II (láser)
  • Ozone Radon Opto (óptico)
  • Templarius Gladiator (láser)
  • Templarius Arma (óptico)
Superficies:
  • Madera (mesa de aglomerado)
  • Vidrio (capa superficial mesa)
  • cartón (protección mesa)
  • Acero (banco taller)

En primer lugar, el agarre inferior de la alfombrilla es correcto en la mayoría de superficies, con peores resultados en superficies de cartón, y excelente en madera y vidrio, así que se puede decir que es «todo terreno».

Respecto al comportamiento en ratones no hay mucho que comentar y en este apartado es similar al comportamiento de la Templarius Gladiator. Cada ratón es un mundo, y depende en gran medida del peso del ratón y de cómo esté hecha la base de cada ratón, junto con sus patas. Estas patas suelen ser de una pequeña capa de teflón de superficie ovalada, adherida a la base del ratón; capas muy lisas y de excelente bajo rozamiento. La Arma ofrece el mismo servicio a sensores ópticos como a sensores láser, al menos así ha sido con los ratones probados.

Por último, señalar que la superficie de tela no es la superficie más adecuada para ofrecer el máximo rendimiento en ratones de precisión (entender el máximo rendimiento en este caso a la facilidad y comodidad en el movimiento del ratón, gracias al bajo rozamiento, no en el rendimiento del sensor de éste, que obviamente depende del ratón y no de la alfombrilla). Como ya comentamos, existen otro tipo de tratamientos superficiales con mejores resultados, pero mucho más caros de producir. De modo que la Templarius Arma es una alfombrilla adecuada para usuarios jugadores no extremadamente exigentes, que busquen el formato estándar y algo de atractivo bajo su y ratón.

En resumen, la Templarius Arma es una buena alfombrilla, echa de materiales de calidad, bastante simple y atractiva, de superficie totalmente plana desde el primer despliegue, que ofrecerá un rendimiento aceptable en los juegos. Es ideal para el ratón de su mismo nombre Templarius Arma, para que de paso den el pego y consigan un contraste entre el negro de fondo y el blanco protagonista de los periféricos de Templarius.

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