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De entrada, no es habitual analizar fuentes de alimentación ATX que son en parte controlables mediante software. Podéis encontrar software de monitoreo de terceros que os podrán detectar los sensores de tensión de la fuente, incluso algunas potencias de ciertos componentes de vuestro sistema de computación. Sin embargo, lo interesante y que desarrollaremos a lo largo de este análisis, es la capacidad de controlar ciertas funciones o comportamientos de la electrónica de la propia fuente (velocidad de rotación del ventilador y con él su sonoridad, así como el comportamiento de la salida de +12V en monorraíl o en múltiples raíles). Además, no deja de ser interesante el poder monitorizar la potencia de consumo de la fuente de alimentación, que desvela cuanto consume todo el sistema de computación, dejando a un lado los periféricos que no se conecten a ella (monitor o monitores, posible amplificador de sonido y demás…).

A principios del año pasado ya analizamos un modelo de la serie RM de Corsair. Con este nuevo modelo de la serie RMi no hemos visto que Corsair haya cambiado ni un ápice la forma de presentar sus productos, y que no tiene por qué hacerlo ya que está muy acertada. Tan solo hay dos diferencias visuales entre ambas series. Una tiene que ver con su logo oficial de las 3 velas, renovado hace pocas semanas. Se trata de un logo algo más estilizado, aunque la esencia es la misma. Seguro que muchos usuarios ni se habrán dado cuenta del cambio. La segunda es la apuesta por el color amarillo para llamar aun más la atención y distinguirla del resto de series. La serie RM ya usaba el amarillo, pero con mayor discreción. Esta vez, Corsair se destaca con la serie RMi luciendo un amarillo muy predominante en el embalaje envolvente, sin huir de la gran calidad que suele acompañar a sus productos. Este embalaje más chillón contrasta con la plena sobriedad de la fuente y sus cableados.

Tal como veis, el embalaje muestra en varias de sus caras la mayoría de vistas de la propia fuente, una en perspectiva y otras vistas básicas para mostrar todo el componente principal, de modo que el usuario conoce el aspecto exacto del producto sin necesidad de abrir el embalaje. La presentación tiene un montón de detalles, y vale la pena detenerse mirando las fotografías porque no tienen desperdicio, y de paso, servirán como ejercicio de qué es lo que más queremos saber a la hora de informarnos de un producto como éste…

En primer lugar, la cara delantera muestra a grandes rasgos y en hasta 3 idiomas 4 puntos clave del producto:

  • Certificación 80 Plus Gold, para eficiencia energética, que recordamos que es otorgara por una entidad certificadora que no tiene nada que ver con la marca.
  • Interruptor por software mediante Corsair Link para cambiar el funcionamiento en monorraíl o en múltiples raíles de +12V.
  • Compatibilidad con el software Corsair Link con control digital.
  • Electrónica de calidad con capacitadores japoneses.

Para empezar no está mal, pero hay más detalles que se desvelan en la cara trasera del embalaje que llaman la atención. Lo primero es que en este modelo en cuestión, Corsair usa 3 idiomas como principales, inglés, francés y alemán. Está claro que va dirigido para la venta en Europa. Sin embargo, en la cara trasera desglosa hasta 6 idiomas, entre ellos el español, para describir brevemente sus 3 principales características: alta eficiencia energética (lo mismo que decir poca pérdida energética), componentes de primera calidad y bajo nivel de ruido. Son las 3 principales características que más pedimos los usuarios a la hora de elegir una fuente de alimentación. Sin embargo, sabemos que Corsair ha hecho un ejercicio de autoanálisis y ha demostrado que no para de mejorar sus presentaciones, al menos en comparación con otros modelos anteriores. Nos referimos a las 2 gráficas referentes a la eficiencia 80 Plus y a la sonoridad del ventilador según la carga o potencia de salida a una temperatura constante de 25ºC. Esto que en un principio os podrá parecer una tontería son dos de las cosas más importantes para entender cómo funcionará una fuente de alimentación.

Volvemos a usar una fuente de alimentación para explicar qué ocurre exactamente con la certificación 80 Plus. La mayoría de fuentes de alimentación ATX destinadas para uso doméstico se testean con un equipamiento que las alimenta con 115 voltios de corriente alterna, ofreciendo los valores de eficiencia energética en tanto por ciento según la carga en hasta 4 niveles de carga según la última revisión para ofrecer un sello u otro superior, siempre en base a este nivel de tensión de entrada. Todavía nos sorprende como algunos «entendidos» sobre este tema sigan confundiendo estos detalles en otros medios o revistas digitales.

En la mayoría de casos, la eficiencia energética mediante una tensión de entrada a 230V de corriente alterna, que es la que se usa en la mayoría del territorio europeo, entre otros países, ofrece mejores resultados (menor pérdida energética), que si se emplea una tensión de entrada de 115Vca. Estamos hablando de una diferencia de hasta casi el 2%, simplemente cambiando el nivel de tensión de entrada (voltaje, intensidad y frecuencia de entrada de corriente alterna). Esto es lo que enseña la primera gráfica de la cara trasera del embalaje denominada «80 PLUS EFFICIENCY» con sus dos curvas en negro y amarillo. Al mismo tiempo, estas dos curvas, que son casi paralelas, determinan el nivel de eficiencia según la carga, funcionando a máxima eficiencia entre un rango de 35 al 70% de carga. Por ejemplo, si la fuente ofrece como máximo 850W, a una carga del 50% equivale a 425W en los que consumirá esa potencia sumada con la menor pérdida energética posible, que estará en torno al 9% usando una toma de 230V, un consumo en torno a 490.5W (450×1.09). Podéis hacer estos mismos ejercicios según el nivel de carga de la fuente de alimentación en cuestión, solo que no podréis comprobarlo si no tenéis algún medidor de potencia a mano. Gracias al software Corsair Link, se puede observar el consumo en cada momento según la carga. Por tanto, puede darse el caso de que consuma más y sea más eficiente cuanta más carga tenga, y a la inversa. Este tipo de gráfica es común verla en los productos serios de tipo fuente de alimentación ATX, de gama media para arriba.

Sin embargo, lo que ha sido costumbre por parte de los fabricantes es «ocultar» o hacer caso omiso de la sonoridad máxima de la fuente de alimentación en la mayoría de esta clase de productos. La sonoridad siempre ha sido un tema tratado en segundo plano, hasta hace pocos años, cuanto más exigente se hacía el usuario, hasta tal punto que a día de hoy ya se pueden conseguir fuentes realmente silenciosas, como es este caso con la RM850i. Por eso, cuando compráis una fuente de alimentación, en la mayoría de casos no veréis una gráfica en el embalaje ni en la web oficial del fabricante ni en el manual del producto que relacione el nivel de sonoridad en dBA con el nivel de carga a una temperatura ambiente constante.

Esta gráfica señala que hasta los 340W de potencia de salida el ventilador permanece parado. La potencia de 340W equivale a justo el 40% de carga de la fuente (potencia máxima de 850W). A partir de esta carga el ventilador arranca y empieza a rotar a muy bajas revoluciones por minuto, alcanzando casi los 12dBA, una sonoridad inapreciable, muy baja. Conforme se aumenta de carga, el ventilador rotará automáticamente más rápido, alcanzando hasta los 21dBA. Pero ojo, porque esta gráfica tiene «parte de trampa», ya que cuanta más temperatura ambiente, el ventilador irá más rápido, por lo que el nivel de sonoridad será algo mayor. La temperatura ambiente (interna) de una torre en pleno verano puede alcanzar los 37ºC fácilmente, mientras que en invierno puede estar fácilmente por debajo de los 20ºC. La temperatura de 25ºC es un buen nivel promedio para poder crear esta clase de gráficas para tener una referencia. A pesar de todo ello y tal como veremos, queda demostrado que este modelo RM850i es muy silencioso.

Ya hemos visto hasta ahora las 2 gráficas que tanto interesa que acompañen a esta clase de productos. Sin embargo, hemos dejado para el final un último detalle. En la cara trasera del embalaje así como en la pegatina de la fuente está la tabla de especificaciones técnicas de entrada y salida de la fuente. Sin embargo y según Corsair, esta fuente puede funcionar con un solo raíl de +12V o dividirlo en varios raíles. De entrada desconocemos cuántos, y tampoco tendremos la ventaja de conocer cada rail de +12Vcc a qué dispositivo lo querremos conectar, porque Corsair no facilita tampoco una correspondencia, por ejemplo, que permita separar el raíl que alimenta a la placa base del raíl que alimente a los discos duros o a las tarjetas gráficas, aunque seguramente lo haga indirectamente según el reparto de conectores en el panel de conexiones delantero de la fuente. Veremos qué pasa si se cambia de la configuración multirraíl a la configuración monorraíl empleando el software Corsair Link.

Como podéis ver, el embalaje de un producto puede dar para mucho o para bien poco, y está claro que Corsair se lo curra, aunque pueden haber detalles mejorables. Otras de las caras del embalaje muestran el número y tipo de conectores, así como sus longitudes, también otro detalle demandado y necesario para saber dónde se podrá instalar la fuente en cuestión. Además, dedica una de las caras a describir su certificación 80 Plus Gold y a su software Corsair Link Digital, que se podrá descargar en la web oficial de Corsair. Por último, otro detalle importante es la cantidad de sellos de control y conformidad que trae el producto. Se nota que es un producto de gama media-alta, sin olvidar que presume de 7 años de garantía.

Una vez abierto el embalaje, otra caja interna de cartón es la que contiene todos los componentes, siguiendo lo que es habitual en Corsair con esta clase de productos. Lo primero que llama la atención es el alto nivel de protección de la propia fuente, con grandes y gruesos moldes. Ella misma viene envuelta en una bolsa de plástico transparente y otra negra con cierre de cuerda, con el nuevo logo de Corsair impreso en blanco.

Se acompaña de un estuche negro también con el mismo logo y con cierre de velcro, que es donde se almacena todo el cableado modular. Este cableado modular es mixto, con los cableados que transportarán mayor intensidad enmallados en negro y los más sencillos son planos, todos negros para poder disimularlos mejor dentro de la torre a usar. Solo con el detalle de las 2 bolsas como extra ya se agradece. Sin embargo, también viene con un kit de 10 bridas, sus 4 tornillos de montaje, una pegatina con el nuevo logo de Corsair, además de un grueso manual de instrucciones multiidioma, único para toda la serie RMi, y un folleto desplegable multiidioma referente a la garantía, que recordemos que para este producto es de 7 años, 5 años más que lo que suelen ofrecer en tiendas físicas.

Además, este modelo viene acompañado de un pendrive modelo Corsair Flash Voyager USB 3.0 de 8GB, que desconocemos si realmente viene añadido como extra en este producto, porque según el manual y la web oficial no es así. Por tanto, ignoraremos este «accesorio» y puede que le dediquemos un análisis independiente más adelante. Hasta ahora, todos los componentes en sí son de buena calidad. El único detalle fuera de lugar es el cableado de alimentación de corriente alterna, que es el de 3 contactos, usado por ejemplo en Reino Unido. Aquí en España, como ya sabréis, el conector es diferente. Esto es debido a que el modelo que hemos recibido para este análisis es la versión «RM850i PK» y no la europea con el enchufe correspondiente. Esto ya nos ha pasado varias veces y será ignorado en este análisis, como es lógico. Si adquirís este modelo en cualquiera de vuestras tiendas favoritas en España, os llegará con el cableado de alimentación compatible en España.

La fuente en sí es de formato ATX estándar, por lo que mide 150 x 86 mm de ancho por alto, pero tiene 180 mm de longitud, 20mm más de lo habitual para las fuentes más compactas. Así que de entrada es válida para semitorres o torres más grandes. Esto es en parte debido a que es 100% modular y necesita espacio en su volumen delantero para colocar la placa electrónica vertical para los conectores de salida.

La zona trasera tiene el típico conector de entrada universal de corriente continua y un interruptor de encendido/apagado, así como el rótulo RM850i, que equivale al modelo. Se incluye una pegatina de advertencia, o más bien de información en varios idiomas que se puede retirar. Básicamente indica que el ventilador permanece apagado en baja carga, por tanto eso es su funcionamiento correcto. Es habitual que los usuarios se pongan nerviosos al conectar una fuente de alimentación y ver que el ventilador no va, o se para tras arrancar, tal como hace este modelo. Así que con este modelo no hay por qué ponerse nervioso.

La zona delantera está dividida en 2 partes, una para la conexión doble Corsair Link y LED de actividad verde/rojo, con dos tipos de conectores para cables puente distintos solo compatibles con adaptadores Corsair, donde uno de ellos es simplemente un puente USB. Este panel equipa también un pulsador para testear el funcionamiento correcto del ventilador. La otra parte es una área de 3 hileras horizontales de conectores modulares de salida, con 1 + 2, 2 + 3 y 2 + 1 + 1 conectores. En total son 12 conectores modulares.

El ventilador está salvado mediante una rejilla tipo parrilla, muy utilizada por fabricantes como BeQuiet! entre otros, para proteger el ventilador. El ventilador es de 135mm de diámetro, con aspas de color gris verdoso. Quizá este color no guste a mucho usuarios, pero bueno, es lo de menos. Trae una pegatina centrada con el logo de Corsair. Con carcasa metálica pintada en negro mate, la RM850i no deja de ser una fuente de aspecto discreto con extras a tener muy presentes.

Resumen

En resumen la RM850i es un modelo de fuente con todo lo necesario para satisfacer a los usuarios más exigentes. Empezando por su presentación como producto, prácticamente impecable, trae las típicas características más exigentes: eficiencia energética elevada, muy baja sonoridad, electrónica de calidad, y encima con software que permite control directo de partes de la electrónica. Al ser 100% modular y con cableados totalmente negros es discreta y fácil de instalar, aunque necesita cierto conocimiento por parte del usuario para entenderla y manejarla. Con componentes de calidad y no corta de accesorios, esta fuente ofrece 850W para ordenadores tipo semitorre o más grandes con varias tarjetas gráficas, con la gran característica de poder monitorizar el estado de la misma mediante Corsair Link. Tan solo hará falta un conector USB interno de la placa base libre para aprovecharse de todas sus virtudes.

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