1. Introducción. Ficha del producto

Introducción

Disponer de un lugar seguro donde almacenar todos tus datos o copias de seguridad más importantes o «delicadas», aunque sea momentáneamente, es una de las mejores soluciones para evitarte problemas de pérdida de datos. No cabe duda de que esta solución pasa por almacenar estos datos en un dispositivo portátil, manejable, fácil de esconder y transportar, en el que el acceso a dichos datos sea el justo y necesario, permaneciendo apagado, y por tanto, desconectado de la corriente (sin uso) la mayor parte del tiempo (generalmente, cuando un producto no se utiliza, es más duradero, lógicamente). La diversidad de estos datos considerados importantes es muy variada, lo cual convierte a estos dispositivos en algo muy interesante para ciertos usos. Sin embargo, aquí vamos a hablar de otra cosa…

Corsair y sus unidades USB de almacenamiento de datos

Corsair es una de tantas que dispone un pequeño catálogo de «pendrives» o memorias USB que también, al igual que otras marcas, se ha beneficiado de una clara evolución, conforme iban mejorando las interfaces de conexión USB. Como todos sabréis, la interfaz USB 3.1 Gen 1 (la que inicialmente se llamó simplemente USB 3.0) implicó un salto considerable de rendimiento para esta clase de conexión «plug & play» (transmisiones de 4.8Gbps, o unos 600MB/s), más incluso que el salto sufrido de la versión 1.1 (1.2Mbps o 0.15MB/s) a la versión 2.0 (400Mbps o 50MB/s), que aunque en aquel entonces también era considerable, no pertenecía a un escenario todavía, de alto rendimiento. Es muy probable que dentro de unos años se vuelva a repetir esta situación, y lo que ahora consideramos alta velocidad en la transferencia de datos, tanto en lectura como en escritura, más adelante se considere lento. Ahora, aparte de la durabilidad, ya podemos hablar de alto rendimiento junto con alta capacidad de almacenamiento de datos, dos características que juntas ofrecen su juego. Imaginad los posibles escenarios de uso que se pueden presentar aquí.

Sin embargo, las unidades USB actuales parecen andar una generación por detrás, todavía, a la propia interfaz de conexión de mayor rendimiento compatible, la cuarta generación USB 3.1 Gen 2 (10Gbps o 1.25GB/s); una generación por detrás marcada también por el precio. Así, podríamos encontrar en el mercado unidades USB «preparadas» para USB 3.1 gen 2 cuando realmente no lo están, puesto que la conexión USB 3.1 gen 1 (la «antigua» USB 3.0) todavía es suficiente para soportar esta clase de memorias portátiles, es decir, todavía sus tasas de transferencia son suficientes para memorias USB comparables en máximo rendimiento con unidades internas SSD SATAIII. ¿Realmente es necesaria tanta velocidad de transferencia junto con alta capacidad, además de la alta durabilidad? Veremos para qué…

Cabe reconocer que el paso de los años no ha sido suficiente o no ha servido para prevenir y corregir ciertas prácticas a la hora de medir la capacidad de estas unidades de almacenamiento de datos, conservando la medida en bits, que es habitual emplearse en redes. Posiblemente en un futuro esto cambiará. Seguir empleando el bit como unidad de medida cuando los usuarios ya mueven TeraBytes de datos es un poco complicado de entender. Tampoco ayuda el nombre de la interfaz de conexión de cada generación, confundiendo todavía más al usuario de a pie, que tiene que lidiar con nombres como USB 1.0 USB 1.1, USB 3.0 (USB 3.1 Gen 1) y USB 3.1 Gen 2, y lo que vendrá. Estos nombres no reflejan claramente un escalado continuo, son confusos, al igual que las unidades empleadas para almacenar o transferir datos, siendo fácil confundir Mbps (o Mb/s) con MB/s (o MBps), cuando no son la misma cantidad. El primero hace referencia al bit, y el segundo al Byte… 1 Byte es 8 veces 1 bit, detalle que tendréis que tener siempre presente a la hora de enfrentaros a la compra de una de estas unidades de almacenamiento de datos, precisamente porque ya estamos hablando de productos con un precio considerable, algo impensable hace años y porque la mayoría de usuarios asocian a las unidades de almacenamiento de datos con el Byte, no con el bit, en unidades con capacidades ya elevadas.

Corsair sigue lanzando también pendrives variados según capacidad y rendimiento. Ahí está su afamada y veterana línea de unidades de memoria flash USB Voyager, entre otros tantos modelos de diseños dispares. En este caso, Corsair decidió seguir con el mismo nombre de serie. Bien podría haber cambiado a otro distinto, como «Orion», «Sputnik» o algo así, dando un salto y alejándose de las antiguas unidades Corsair Voyager más lentas.

También con esta marca podríamos clasificar estos dispositivos en 2, los lentos y los rápidos. Curiosamente, los lentos todavía se conforman con capacidades contenidas, los modelos Voyager o Voyager GT, incluso con el conector azul USB 3.0, mientras que los rápidos ya dan el salto a capacidades de mínimo 120GB, los modelos Voyager GS y los recién lanzados Voyager GTX, que son los de mayor rendimiento de Corsair hasta la fecha y que, de algún modo, actualizan los modelos Voyager GS agregando mayor rendimiento, casí duplicándolo.

En este artículo de análisis veremos un modelo referencia de la serie Voyager GTX, de interfaz USB 3.1 Gen 1, con capacidad de 256GB y una tasa de transferencia de datos entorno a los 425MB/s tanto en escritura como en lectura secuencial de datos. Lo interesante, su formato reducido, su condición de alta seguridad con carcasa metálica resistente (la unidad pesa bastante a pesar de sus dimensiones) y su carácter transportable. Veamos para qué podemos aprovechar esta clase de unidades USB de alto rendimiento y capacidad…

Ficha del producto

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