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GIGABYTE lleva años usando las mismas fórmulas para presentar sus productos, al menos en lo que a placas base se refiere. Por tanto, no vais a ver nada sorprendente o fuera de lo normal con este producto, más allá del componente principal en sí. Si habéis visto la presentación de alguna placa base de la serie Gaming para jugadores, os va a resultar todo muy familiar. Así, vamos a enfocar este artículo de otro modo, al menos desde un principio.
El principal tema de este producto es su formato Micro-ATX, y todo va a estar encandilado hacia este tamaño reducido y lo que puede dar de sí. ¿Vale la pena una placa base Micro-ATX de alto rendimiento?
Cada vez hay más personas que les interesa o bien por gusto o bien por falta de espacio en la mesa o escritorio el poder montar un equipo compacto, incluso que se pueda colocar encima de una estantería lo suficientemente profunda pero con huecos poco altos. GIGABYTE es uno de los fabricantes que en placas base ofrece productos prácticamente para todas las necesidades y que ha ido mejorando y ampliando su catálogo en los últimos años, pasando por sus series X79 y X99 , así como las Z77, Z87 y Z97 (y la que está por venir). Aunque no hace mucho tiempo, armar un verdadero equipo compacto para jugadores era un tema como mínimo «algo delicado», gracias a la aparición de placas base como ésta y sobre todo por lo que está por venir con el nuevo lanzamiento de DirectX 12 junto con Windows 10, ha provocado que resulte muy interesante el tema de armar PCs compactos para jugar. Y si no es para jugar para trabajar con gran desempeño (diseño, edición, etc.).
Armar un equipo compacto pasa por elegir una caja tipo cubo, o lo que es lo mismo, una torre recortada en altura y generalmente algo más ancha que es compatible con placas base Micro-ATX como máximo. Ejemplos hay un montón (con 4 ranuras de expansión), como podría ser la interesante caja DS Cube de Aerocool y sus variantes (bastante compactas), las llamativas Carbide Series de Corsair (bastante más abultadas), la escondida Silencio 352 de Cooler Master (poco ventilada pero muy silenciosa), la elegante EON de Tacens (más económica), sin olvidar las Core X2 o Versa V21 de Thermaltake y las Coobay CX, la Media Cube de NOX Xtreme (sí también las hay enteramente de aluminio) o la reciente P50 Window de Antec, o incluso las selectas más pequeñas de CaseLabs. Por supuesto hay muchos más ejemplos y otras marcas. Pero esto demuestra que prácticamente todos los fabricantes de cajas tienen al menos un modelo destacado para poder armar una placa base Micro-ATX y que al mismo tiempo y con gran importancia, ésta permanezca bien ventilada, ya que la caja va a equipar hardware destinado para jugar, donde el ascenso de la temperatura deberá estar bien controlado, sobre todo ahora en verano.
Otro de los puntos fuertes de la plataforma X99 es que usa memoria RAM DDR4. La mayoría de los kits disponibles son más eficientes que la DDR3, y por tanto, la mayoría, necesitan de disipadores menos portentosos, menos altos, salvo los kits para overclock. Esto ayuda a equipar mejores disipadores para la CPU, aunque éstos sean más amplios y estén recortados en altura. Noctua es un referente en este sentido, teniendo perfiles en «C» muy interesantes.
Pero lo más importante para jugar son las tarjetas gráficas. De ahí la gran importancia del inminente DirectX 12 de Microsoft y su Windows 10, y de los nuevos modelos compatibles que ya hay en el mercado. Cada vez hay más tarjetas gráficas de alto rendimiento compactas, que superan con creces en rendimiento a las típicas tarjetas gráficas de tipo «bañera» (con blower y disipador de gran tamaño) de generaciones anteriores o las de doble ventilador más recientes. Uno de los modelos de mayor referencia que podemos encontrar a día de hoy es la Nvidia GTX 970 compacta de un solo ventilador (< 20 cm de profundidad, 4 cm menos que el ancho de la placa base), ensamblada por diferentes fabricantes, como GIGABYTE, Asus o Inno3D (unos 340€ la unidad), entre otros. Por supuesto, invertir 680€ en 2 de estas tarjetas gráficas para montar en SLI puede ser una locura para muchos, pero esta plataforma X99 está pensada para los que menos se cortan un pelo.
De este modo y tomando esto como un ejemplo, la placa base GA-X99M-Gaming 5 podría equipar 2 de las anteriores tarjetas gráficas mencionadas funcionando en SLI a x16 las 2, conservando el carácter compacto del hardware que tanto costaba conseguir antaño, manteniendo la cordura entre el resto de los componentes. Equiparla con un buen procesador de Intel, al menos 16GB de RAM de 4 módulos (aprovechando siempre el Quad Channel) y una buena tarjeta SSD M.2 de alto rendimiento que roce los 10GB/s en lectura y escritura secuencial para equipar el sistema operativo sería el entorno ideal para aprovechar al máximo esta placa base, alimentada con una fuente de alimentación compacta ATX y potente, que también las hay. ¿Cuál es la única pega a priori de este sistema? Que será necesario usar el audio integrado de Realtek sí o sí, que dicho sea de paso no está nada mal. Además, instalar dos tarjetas gráficas de doble ranura implica sacrificar el resto de ranuras PCIe. Por tanto, no habrá más ranuras de expansión, solo las 2 de formato M.2 ya mencionadas (una de ellas M2_WIFI).
Una vez centrando qué es lo que puede dar de sí esta placa base como tema principal, ya podemos desgranar el resto de detalles de este producto. La X99M-Gaming 5 viene presentada en una caja compacta de cartón con una cara abatible, que una vez desplegada poco luce, ya que solo se limita a mostrar una fotografía amplia de la placa base, no aprovechando al máximo la superficie disponible para aportar datos técnicos. Todo se resume en la cara inferior del embalaje, en el que os recomendamos que os detengáis a leer las fotografías adjuntas. En esta cara GIGABYTE desgrana todas las partes importantes de la placa base, con los 4 temas favoritos para la serie Gaming de la marca: alto rendimiento, audio, conexión de red y look (la forma de peinar a las placas base mediante los disipadores de turno).
Tratándose del embalaje, siempre hemos apuntado que nos gustaría algo de mayor nivel para esta clase de placas base, algo mejor presentadas respecto a sus protecciones internas. Hay otros fabricantes que en este sentido lo hacen realmente mejor. Respecto a accesorios, este modelo viene con lo justo y poco más. Los 3 libretos de manuales y guía no podían faltar, así como el DVD de instalación del software y las 2 pegatinas de la marca y serie. Incluye un puente SLI para 2 tarjetas gráficas (no es necesario más), como no la placa metálica trasera (sin iluminación) y tan solo 2 pares de cables SATAIII. Viendo que la placa base tiene hasta 10 puertos SATAIII 6Gb/s, echamos de menos al menos 2 pares más de cables SATA. Por tanto, solo habrán 4 cables SATA y no 8, como nos hubiera gustado, o al menos 6. Y es que no hay que olvidar que esta placa base se considera ya de gama alta y que al mismo tiempo en cajas tipo cubo se pueden instalar al menos 6 dispositivos de almacenamiento de datos SATA.
Respecto a la placa base en sí, poco hay que decir ya de la plataforma X99 que ya no sepáis. Pero puede que surjan dudas al tratarse de un modelo Micro-ATX. En primer lugar, la placa base tiene un aspecto muy atractivo siguiendo la línea de la serie Gaming G1 de GIGABYTE, también sobrio y a la vez llamativo, gracias al tono negro predominante con toques rojos que tanto nos gusta y que jamás pasará como un estilo obsoleto. Sin embargo, estamos viendo como otros fabricantes se arriesgan todavía más en «pintar» con otra paleta de colores otros rincones de las placas base, y que de nuevo echamos en falta de nuevo aquí. Toda la hilera de conexiones externa sigue siendo plateada, muy vista ya. Aunque eso sí, bien distribuida y bastante separa entre sí en altura.
Tal como véis esta hilera dispone de hasta 10 conectores USB externos, 4 de ellos 3.0 y otros 4 DAC-UP 2.0, los conectores dorados de audio minijack y el conector de red. Además, incluye un soporte para roscar ahí las dos salidas de antena para la posible tarjeta M2_WIFI que podría equipar, y que no viene incluida. Éste sería otro pequeño inconveniente, ya que resultará muy difícil, al menos aquí en España, adquirir una de estas tarjetas WIFI+BT que sea compatible con este sistema de montaje de GIGABYTE. Obligaría a una compra al extranjero, quizá en Amazón, para poder adquirir una de estas tarjetas. Por tanto, nos preguntamos por qué este componente no se ha añadido en este producto, tal como sí se hace en otros similares. Exactamente lo mismo ocurre con la Gaming 5 y la Gaming 5P, placas base que disponen de esta ranura y el soporte de las antenas pero no traen la tarjeta WIFI+BT incluida. Si al menos fuera una tarjeta fácil de encontrar en las tiendas…
Otros detalles es que incluye 2 conectores USB 2.0 y otros 2 USB 3.0, todos internos, conector SATAe, el cual vamos a ignorar, y un pequeño grupo de dispositivos para controlar la placa base: botones de encendido y reinicio, interruptores de doble posición para configurar el arranque del Dual BIOS y el panel hexadecimal de diagnóstico. Por otro lado, el disipador que disipa los mosfets y el chipset es de gran tamaño, bien distribuido y con dos tubos de cobre niquelados para transferencia del calor, repartiendo hasta 3 disipadores por separado. Para armarlo emplea tornillería metálica resistente.
En el apartado de audio cabe destacar su salida óptica SPDIF, su slot para poder sustituir el chip OP-AMP (solo trae uno, OPA2134PA) para cambiar la calidad de audio y personalizarla al gusto del usuario (adquisición de cada OP-AMP aparte), una consola DIP con 4 interruptores de doble posición para configurar en nivel de salida de audio y el conector de salida F_AUDIO para las conexiones frontales de la caja donde se vaya a montar la placa base. La placa electrónica destinada al audio está separa del resto para evitar interferencias electrónicas, costumbre ya en GIGABYTE; usa una línea de separación con LEDs rojos. Está comandada por el chip de Realtek ALC1150, muy usado en la plataforma X99 de Intel, en aquellas placas base de GIGABYTE que no emplean el controlador de audio de Creative integrado. Por último, incluye 4 de los 10 puertos USB externos de tipo DAC-UP (los amarillos), con alimentación separada del resto para minimizar las posibles fluctuaciones eléctricas y garantiza la mejor experiencia de audio posible.
Además, destacar la calidad de la electrónica no sobraría mencionarse. Los condensadores líquidos destinados al audio son de alta calidad, así como los capacitadores sólidos Durable Black de la electrónica, mosfets y bobinas de choque de nivel de servidor, además de los ya famosos controladores digitales de potencia de IR y de chips PowIRstage (los podéis apreciar en las fotografías).
Resumen
No cabe duda que el modelo GA-X99M-Gaming 5 de GIGABYTE es una placa base compacta muy bien equipada, con electrónica en cada milímetro cuadrado, pero con algunos detalles que podrían haberla redondeado como un producto «top». El hecho de que no traiga como complemento la tarjeta WIFI+BT le resta puntos. La mayoría de usuarios tendrán esta ranura M2_WIFI siempre desierta. También hubiera sido un puntazo que equipara el controlador de audio de Creative en lugar del de Realtek, ya que al aprovechar posiblemente las dos ranuras PCIe x16 para SLI o CrossFire obliga a usar el audio integrado, y en este sentido cuanta más calidad mejor. No obstante, no se echarán de menos 4 bancos más de memoria RAM, tal como vienen la mayoría de placas base X99 de formato ATX, porque los 2+2 disponibles pueden trabajar en Quad Channel, que es lo que más interesa, y con 64GB es más que suficiente (4 x 16GB). Quizá con 8 o 6 cables SATA hubiera quedado mejor, en lugar de 4. Y es que su precio de alrededor de 250€ sigue «llamando la atención».
Las G1 Gaming de GIGABYTE siempre se han caracterizado por ofrecer gran rendimiento para las tarjetas gráficas (al menos 2 ranuras PCIe a x16 las 2 como filosofía principal), puerto de red de alto rendimiento evitando lags (en este caso el «Killer 2201» de Qualcomm Atheros) y un trato especial con el audio integrado (en este caso Realtek ALC1150 con software maquetado de GIGABYTE ya pulido y moderno). De mejorar este modelo, solo daría cabida a otro con la tarjeta WIFI+BT incluida y el chip de Creative y el resto de su electrónica de audio, algo así como una «GA-X99M-Gaming 7 Wifi» (que no existe). Con todo, la GA-X99M-Gaming 5 parece una digna representante del formato Micro-ATX para jugadores.








































