4. Pruebas varias
Antes de empezar, cabe recordar que la G1 requiere del mejor hardware para acompañarla y eso implica varias tarjetas gráficas de gama alta, al menos dos (de nVidia o de AMD), dos tarjetas M.2 de alto rendimiento, el procesador i7 6700K, un buen kit de memoria DDR4 y si se tercia, un bloque de agua personalizado para la ocasión. Además, incluye ciertos accesorios con matices que cabe tener presente. Obviamente, no lo hemos probado todo, sino este análisis se eternizaría, pero haremos hincapié en los temas más relevantes…
Pruebas varias de instalación del hardware
Para la ocasión, al menos para presentar el hardware a ver cómo encaja, hemos contado con la torre Antec Signature S1, una caja impresionante que estuvimos manipulando no hace mucho y que seguro que recordaréis. Instalar la G1 es igual de sencillo que cualquier placa E-ATX. La torre debe ser compatible, y además debería tener al menos una bahía de 5.25″ disponible, para poder aprovechar el rack USB 3.1. Para que os hagáis una idea, esta placa base también la hemos podido montar en la DF-85, un veterano modelo de Antec solo compatible con placas ATX, lo único que ocurre es que queda menos espacio para poder pasar los cables por el lado derecho de la placa base. La mayoría de torres compatibles como máximo con modelos ATX no serán compatibles. La única diferencia entre el formato ATX y E-ATX son 2 centímetros de ancho aproximadamente. Tened presente que estos formatos no tienen una medida fija, sino que pueden variar. La G1 mide 305mm x 264mm, 264mm de ancho.
La primera dificultad es colocar la placa metálica trasera y empotrar la placa base, ya que cuesta acceder al conector de la placa base para conectar el cable de conexión para la iluminación LED trasera. Con un poco de empeño se logra, pero esto podría mejorarse por parte de GIGABYTE. El cable debe pasarse bordeando por arriba la carcasa de plástico, y estéticamente no queda escondido. El resto de detalles son los de siempre, destacando las ranuras PCIe con cubrición metálica y también, el enganche abatible de fijación de cada una de ellas, más robusto que en diseños anteriores para tarjetas gráficas grandes. Con este conjunto da la sensación de mayor solidez y firmeza en la unión con las tarjetas gráficas.
Hemos probado una configuración SLI con dos tarjetas prestadas para la ocasión, Geforce GTX Sapphire 970 AMP! Omega Core Edition, que miden 280mm de profundidad, un poco más que la placa base. Las dos funcionan a x16, en ranura 1 y ranura 3. Si se incluye una o dos más (en ranuras 3 y 4), todas las ranuras funcionarán a x8. El rendimiento gráfico ya depende las tarjetas gráficas en cuestión y del pulido de sus controladores y la optimización de los juegos. Al instalar 2 tarjetas gráficas de doble ranura, se pierden 2 ranuras más PCIe x1. En esta configuración de 2 tarjetas solo queda libre una sola ranura PCIe x1 de las 3 disponibles, justo la del medio. Si se instala una tercera tarjeta gráfica de doble ranura, se perdería también la tercera ranura PCIe x1 que antes quedaba libre. Además, de instalarse tan solo una tarjeta SSD M.2, tal como hemos hecho, debería instalarse en la ranura superior, quedando más abierta y ventilada. Las tarjetas M.2 también se calientan, tal como hemos comprobado. Cualquier usuario debería mirar todos estos detalles a la hora de comprar e instalar el hardware.
Hemos probado a montar una unidad M.2 Plextor PX-G128M6e de 80mm y la instalación no tiene ningún misterio. Se coloca insertándola en la ranura, se abate y se atornilla el único tornillo de soporte. La G1 acepta formatos de 60 y 42mm también en sus Socket 3, de hasta 32Gb/s PCIe x4/x2/x1. No hemos podido probar un RAID 0 con dos tarjetas M.2, que es lo que nos hubiera gustado. Esta tarjeta de Plextor ya fue analizada en Hardaily.
Hardware instalado/probado y resto
- Placa base: GIGABYTE Z170X-Gaming G1 (BIOS versión F5)
- Procesador: Intel Skylake-S i7 6700K a 4.6MHz (OC)
- Disipador CPU: Cooler Master T800
- Memoria RAM: Corsair 4x Vengeance LPX 4x4GB DDR4 a 2800MHz (OC)
- Tarjetas gráficas: SLI 2x Geforce GTX Sapphire 970 AMP! Omega Core Edition (solo montaje y comprobación a 2x x16)
- Cajas: Signature S1 (y DF-85) de Antec
- Fuente: Aerocool Xpredator 850W 80Plus Gold
- SSD M.2: Plextor PX-G128M6e + PlexTurbo 2
- SSD 2.5″: OCZ Vector 180 480GB
- S.O.: Windows 10 64bit
Pruebas CPU Intel. Skylake-S i6700K. OC a 4.6GHz automático, 4.8GHz manual. Botones OC, ECO, BIOS, EasyTune y resto de características de OC y OV. Temperaturas
Probar la plataforma Z170 de la G1 sin el procesador i7 6700K no tendría sentido. Para acompañarlo hemos empleado el kit de memoria RAM Corsair DDR4 4x Vengeance LPX 4x4GB. Hemos configurado su segundo perfil XMP a 2800MHz sin ningún problema, cambiando el parámetro a través de la BIOS. Recordad que los procesadores para socket 1151 funcionan como base con una frecuencia de memoria DDR4 a 2133MHz. Por tanto, es necesario configurar el perfil XMP si los módulos DDR4 lo incluyesen.
Lo interesante de la G1 es que permite hacer OC de una forma muy sencilla y de diferentes formas. La primera es a través de la BIOS de forma manual a través de su aparado M.I.T., simplemente cambiando de multiplicador de la CPU con el BCLK fijo a 100MHz (reloj de referencia) y comprobando que la CPU aguanta sin incrementar la tensión por defecto Vcore. De este modo es fácil subir a los 4.6GHz, con un multiplicador de 46 (46 x 100MHz = 4600MHz). Una segunda opción es usar el Easy Tune de GIGABYTE, a través de su apartado Smart Boost, en la función AutoTuning. Con tan solo una pasada, sin sorpresas raras y tras el lógico reinicio el software bajo Windows Easy Tune configura la BIOS alcanzando los 4.6GHz de forma automática. El usuario no tendrá que hacer nada. Además, Easy Tune ofrece otros niveles de OC automáticos que vale la pena mirar con detenimiento:
EasyTune/Smart Boost:
- Modo ECO. La frecuencia de la CPU y RAM son variables para ahorrar energía, usan menor potencia la mayor parte del tiempo. Las frecuencias (multiplicador de CPU y RAM) incrementan según la necesidad de la tarea, partiendo de un mínimo de 800MHz. El modo ECO se puede activar a través de EasyTune o accionando el botón ECO en caliente, con LED de iluminación verde y su multiplicador máximo se queda en modo Turbo. El 6700K funciona a 4000MHz, con un multiplicador Turbo de 42, 4200MHz.
- Modo Default. Hace funcionar a la CPU con su multiplicador Turbo. El 6700K funciona con un multiplicador de 42, 4200MHz.
- Modo OC. Es otro OC automático «sin riesgos» para la CPU. Con el 6700K el Easy Tune configura la BIOS con un multiplicador de 44, 4400MHz. El modo OC se puede activar desde el EasyTune o bien desde el botón OC en caliente, con LED de iluminación rojo. Lógicamente, el modo ECO y el modo OC son incompatibles.
- AutoTuning. Fuerza la CPU a su overclock automático más alto. Con el 6700K el Easy Tune configura la BIOS con un multiplicador de 46, 4600MHz.
Todos estos modos funcionan perfectamente. En todas estas pruebas los sensores de la placa base G1 han rondado unos 40ºC de media, monitorizado desde el SIV, una temperatura acorde y nada alarmante. Se nota que el sistema de disipación pasivo de serie de la G1 hace su trabajo.
El resto de apartados del EasyTune sirven para poder practicar OC y OV de forma manual, modificando las tensiones de la CPU, DDR4 y resto de componentes de la electrónica relacionada de la placa base (chipset y socket). Para hacer una prueba básica, hemos logrado subir el i7 6700K a 4.8GHz (los 4 núcleos a la vez) de forma manual y estable a través de la BIOS, dentro de una temperatura máxima más que razonable. (el i7 6700K es un procesador bastante fresco, que no ha superado los 80ºC). Podríamos usar el EasyTune para lo mismo. También sirve para comprobar la configuración establecida en la BIOS. Además, se puede emplear el System Information Viewer para monitorizar el hardware, incluyendo el control manual de todos los ventiladores conectados a la placa base, a través de sus apartados de Smart. Gracias a la electrónica de la placa base, no hace falta adquirir un rehobus controlador de RPM aparte. Cada conector puede soportar hasta 2 ventiladores de 12 o 14cm de baja intensidad.
Podéis echar un ojo a las capturas adjuntas sobre las utilidades del APP Center para todos los detalles, que son muchos. Veréis que hay algunas utilidades que son muy simples también.
No tuvimos las mejores experiencias con otras plataformas de GIGABYTE para practicar OC, como con la X99. Con la Z170 todo parece andar muy fino y no hemos tenido ninguna sorpresa desagradable usando ya la BIOS F5. Veámosla con mayor detenimiento…
Pruebas de BIOS
Una placa base no es nada sin su BIOS, de no estar es como si al cuerpo humano se le arrancase el cerebro. Recordad que cualquier tipo de BIOS de placa base incluye una interfaz sencilla para que el usuario pueda interactuar con ella y un cúmulo de controladores o «drivers» que detectan cada componente que desempeña un papel en la placa base. En cada versión nueva de BIOS se actualizan estas cosas. La primera prueba que hemos hecho es la actualización de la versión F3 directamente a la F5, a través de Q-Flash. Q-Flash es una herramienta que se accede a través de la BIOS pulsando la tecla «F8» (se accede a la BIOS pulsando la tecla Suprimir). Tras unos segundos la BIOS es actualizada sin ningún problema. Este procedimiento requiere no apagar ni reiniciar el sistema. La G1 posee DualBIOS. En caso de fallo en la actualización por un corte de luz, la placa base restaurará automáticamente la BIOS guardada por defecto. En el Backup_BIOS, que normalmente es la versión F1, a no ser que el usuario la actualice a una versión superior. Para ello la placa base tiene un interruptor para poder cambiar antes del arranque el uso de la BIOS, si la Main_BIOS (posición 1) o la Backup_BIOS (posición 2). Todos estos detalles están explicados en el manual de instrucciones.
En las fotografías adjuntas encontraréis todas las capturas de pantalla de la BIOS de la G1, donde se muestran todos los parámetros configurables a través de la ya más que conocida interfaz UEFI DualBIOS con tonos grises y toques blancos, negros y rojos. Como siempre, hay que destacar el apartado M.I.T. como el más avanzado, pero lo que cabe mencionar es que la G1 solo se puede mostrar a través de esta interfaz. No tiene otra interfaz con otro aspecto, tal como sucede en otras plataformas, como la X99 o la Z97. Creemos que es mejor que GIGABYTE se centre en una sola interfaz, pero que salga lo más pulida posible. En ésta, por ejemplo, y estando ya en la versión F5, tan solo tiene dos pegas. Resulta algo complicado manejar la BIOS con el ratón, sobre todo al tener que desplazar las barras verticales. Además, la BIOS es multiidioma. En la traducción al castellano, hay unos cuantos parámetros en inglés, y otros en italiano. Esto es mejorable y más en una placa base de la más alta gama con precio alto. GIGABYTE lleva ya varios meses con estos problemas, que son menores o despreciables para productos de bajo coste, pero no tanto para la alta gama, donde los usuarios son muy exigentes y quieren amortizar al máximo lo gastado.
Para más detalles, la G1 permite guardar hasta 8 perfiles personalizados distintos de BIOS, configurar la GPU integrada de la CPU si no se instala alguna tarjeta gráfica dedicada, incluso hacerle OC o cambiar la cantidad de VRAM dedicada, así como los distintos modos de arranque. Lo habitual. Además, también permite encender, apagar o cambiar los hasta 7 colores disponibles en el panel trasero de la placa base, entre muchas otras cosas.
Instalación de los controladores y pruebas APP Center
Para instalar el APP Center tan solo hace falta o bien usar el CD adjunto y después actualizar vía Internet o directamente descargar todo el último software directamente desde los servidores de GIGABYTE. En este segundo caso, podemos instalar únicamente el APP Center y luego descargar desde él vía Internet todas las aplicaciones que nos interesen, o bien descargar todos los paquetes manualmente desde la sección de descargas de la web oficial. En Hardaily tenemos por costumbre hacer lo segundo. Para Windows 10 de 64bits, el desglose de utilidades suma 23 carpetas ZIP y otras 11 para controladores (chipset, audio, red, etc.).
El APP Center ha sufrido un lavado de cara con la incorporación al catálogo de GIGABYTE de la serie Z170, que aúna la aparición por otro lado del Windows 10. Ahora el aspecto es más plano y de un tamaño ya considerable para que quede bien en pantallas de mayor resolución pero que no quede demasiado exagerado en las de menor resolución más usadas. Para que os hagáis una idea, en una pantalla de 1024×768 píxeles, cualquier programa del APP Center ocuparía casi todo el alto de la pantalla, concretamente 680 píxeles. Sobran los 188píxeles, suficiente para la barra de tareas y poco más. En pantallas HD de 1920x1050px estos programas tienen un tamaño que parece más grande de lo normal. Pues este parece ser el motivo, el ajuste a las diferentes resoluciones, puesto que estos paneles son fijos, con fuentes de texto fijas. Por otro lado, el apartado de Preferencias del App Center permite cambiar el color de fondo de blanco a negro y los toques de color en azul, naranja, verde y rojo. En las capturas se usa el blanco y rojo, el mismo estilo que el hardware.
Después de instalar todos los controladores necesarios, podemos instalar las utilidades que deseemos a nuestra elección. De instalarlos todos, lo que no convence es que al final en el apartado de «Programas y Características» del Panel de «Control de Windows» aparecerían 23 programas separados distintos, y algunos de ellos tan solo incluyen un simple interruptor, como el «Plataform Power Management». Sería magnífico que no existieran tantos programas separados y que todas las funciones estuvieran agrupadas en como mucho 3 o 4 ejecutables de una forma ordenada, y que lo que no se usara o no fuera compatible con el modelo de placa base de turno permaneciese deshabilitado. Ya sabéis que esta clase de utilidades se crean pensando en todos los modelos de placas base recientes. El resultado actual es que el procedimiento para instalarlo todo es un poco costoso, incluso si se hace manualmente a través del APP Center.
También hemos probado uno de los servidores de GIGABYTE para actualizar hasta 4 de las aplicaciones ya instaladas manualmente para probar la velocidad de descarga. Hemos podido descargar de manera constante a 1.15MBps de media en una conexión de 10Mb/s, así que no está mal. Como son programas que no ocupan mucho (entre 4 y 50MB), las descargas son casi inmediatas. Probamos casi todas las aplicaciones y funcionan correctamente. Como curiosidad, de las 23 hay una, la SmartSwitch de AORUS (no de GIGABYTE), que convierte el menú del Windows 10 en el clásico menú de Windows 7 para los usuarios más nostálgicos. Sin duda un gran detalle. Por último, cabe destacar el diseño translucido y plano y los iconos del APP Center, perfectamente integrados con el estilo de Windows 10.
Pruebas de Red y otros. Software Killer Network Management, Intel Extreme Tuning Utility y Tecnología de Almacenamiento de Intel Rapid
Para las dos controladores de red Killer 2400 y la controladora para WIFI+BT, hace falta instalar los tres paquetes de drivers «bigfoot». Una vez instalado tenemos acceso de nuevo al software «Killer Network Manager», que ya hemos probado en varias ocasiones y no representa una novedad. Tal vez este software es el que menos integrado queda viendo el conjunto de paquetes de software de GIGABYTE. Con él se puede monitorizar el estado de las 3 redes, de cable, inalámbrica por WIFI y Bluetooth, haciendo incluso pruebas de rendimiento.
Intel Extreme Tuning Utility y Tecnología de Almacenamiento de Intel Rapid son otras dos utilidades habituales que suele adjuntar GIGABYTE con sus placas base. La primera ya ha sufrido varias actualizaciones y ya funciona muy fina. Básicamente puede entenderse como una alternativa directa del EasyTune de GIGABYTE pero por parte de Intel, ya que permite hacer OC a la CPU/GPU integrada. Además, permite hacer test de estrés y benchmaks ampliando así más las posibilidades de control y comparación con otro hardware. Prueba de ello son los «1465 Marks» que ofrece el i7 6700K a 4.6GHz con una temperatura máxima de 76ºC.
Estas tres utilidades recién nombradas se suman al APP Center y al software de Creative para el apartado de audio. Por tanto, no solo se está pagando por una placa base. Todo este software obviamente también tiene su merecido valor.
Pruebas de audio. Creative Sound Blaster ZxRi y software SBX Pro Studio de Creative
Este es el apartado más interesante si cabe de toda la placa base, ya que el resto está ya todo muy visto es una lavado de cara de lo ya aportado por GIGABYTE salvando las distancias al rendimiento que desempeñan cada uno de los componentes de la plataforma Z170. Creative es el protagonista aquí y es sin duda la mejor solución integrada que encontraréis ahora mismo en una placa base. GIGABYTE no solo equipa un controlador de audio más que decente y muy superior al mejor integrado de Realtek, sino que también funciona en base a un software de Creative pulido. Ha llovido mucho desde las tarjetas de sonido X-FI y su software, drivers y falta de actualizaciones y optimización. Con la G1, el apartado de audio está muy bien servido. Hemos estado probando esta placa base casi un mes para poder afirmarlo.
El paquete de software de audio incluye tanto el controlador para el procesador de audio como el programa SBX Pro Studio, que pesa algo más de 100MB. Una vez instalado el usuario tendrá a su alcance prácticamente casi todas las funciones que ofrece la tarjeta de sonido dedicada Sound Blaster ZXR accesibles desde el programa:
- SBX Pro Studio. Permite ajustar filtros para Surround, Crystalizer, Bass (con frecuencia de cruce), Smart Volume y Dialog Plus. Cada uno de ellos influye en las frecuencias bajas, medias y altas y en cómo se distribuye el sonido a través de los posibles 2.1/4.1/5.1 canales.
- CrystalVoice. Un apartado dedicado en exclusiva para el micrófono con control de grabación y volumen del micrófono, así como 4 filtros más para CrystalVoice, incluyendo efectos FX.
- Scout Mode. Un apartado para los jugadores. Activado ofrece mayor presencia para detectar los enemigos lejanos.
- Altavoces/Auriculares. Para configurar las salidas a cada altavoz del sistema envolvente, hasta 5.1 canales. Tiene un subapartado para ajuste de frecuencias graves y otros dos apartados para «Calibración» de los altavoces y su «Polaridad». Estos dos apartados no están disponibles en otras placas base con Sound Blaster Core 3D integrado.
- Mezclador. Permite controlar los distintos niveles de volumen en cada salida de forma independiente, también el nivel de salida SPDIF.
- Ecualizador. Con posibilidad de guardar perfiles a parte de unos cuantos propios, posee 10 bandas de ecualización con rango de -24 a 24dB y un nivel extra de volumen con rango de -12 a +12 dB.
- Configuración de clavija. Desglosa todas las clavijas de conexión e indica al usuario al instante cual ha sido conectada.
- Características avanzadas. Solo una. Permite mezclar la salida estéreo frontal a la salida digital SPDIF. Dicho de otro modo, se puede conectar un sistema 5.1 con conectores analógicos minijack de 3.5mm y otro sistema independiente 2.1 con entrada digital SPDIF, como por ejemplo un sistema activo de dos monitores de estudio equipado con esta entrada. Activando estas características, ambos sistemas sonarían a la vez. El volumen general controlaría ambos sistemas y la barra de volumen SPDIF permitiría el control independiente de dicha salida.
- Selección/guardado de perfil y control de volumen general. Los perfiles se pueden guardar en un archivo XML editable en texto plano.
Sobra decir que todo está muy ordenado y que Creative ha hecho un excelente trabajo aquí. Este panel es atractivo y encantador, posiblemente sea ya el tercer diseño distinto que hemos visto para el mismo panel de control de audio. El sistema de audio de la G1 tiene varios detalles más aparte del software y todos sus parámetros. Tiene un interruptor de ganancia para la salida de auriculares de x2.5 (posición 1) a x6 (posición 2), este último para auriculares de hasta 600ohms. Además, el usuario puede cambiar los OPA por los que prefiera. El primero afecta a la salida 2.1 frontal, mientras que los otros dos cada uno a cada canal trasero. Por tanto, cambiando los 3 se puede lograr otra experiencia de audio levemente distinta.
Hemos probado el sistema de audio integrado de la G1 con un sitema 5.1, otro digital a la vez 2.1, además de unos auriculares circumaurales de gran pegada para probar las tres posibilidades. Las sensaciones de audio que hemos percibido son directamente lo mejor en una placa base actual con audio integrado y no hacen echar de menos adquirir una tarjeta de sonido dedicada de media o alta gama, como podría ser una Sound Blaster Zx. Destacamos la salida SPDIF digital, que es mejor que las analógicas y la salida para auriculares con su doble potencia de salida. Ecualizando y calibrando se pueden conseguir entornos de audio muy buenos, contundentes y agradables. Con este procesador de audio y con los OPA equipados de serie la presencia de cada matiz sonoro es muy palpable, las frecuencias bajas son de gran pegada y los agudos cristalinos. Con un buen sistema 5.1 no se echa para nada de menos ir al cine. Este audio integrado no solo sirve para jugar con el mejor audio, sino también para una excelente experiencia cinematográfica. Además, si sois compositores aficionados y usáis algún DAW para componer, no hará falta una tarjeta de sonido dedicada, ni por USB ni Firewire ni Thurderbolt. Con la salida SPDIF digital basta para un sistema 2.0, con dos buenos monitores de estudio que acepten esta salida. Así que tanto para juegos, para cine o para componer o escuchar música el sistema de audio que equipa la G1 es más que suficiente para disfrutar de una excelente experiencia.
Por otro lado, GIGABYTE se habría lucido con la G1 si hubiera adjuntado un mando de control de volumen y extensor para los auriculares al estilo de la Sound Blaster ZXR. Esta clase de accesorios son realmente útiles, y más si se emplea un sistema 5.1 analógico con otro 2.1 digital a la vez, mediante la salida SPDIF. Sin embargo, tanto en esta integrada como en la tarjeta dedicada ZXR, se echa de menos un panel configurable con los efectos EAX, algo que si incluían las antiguas X-FI. No se puede pedir más a un sistema de audio integrado de gran calidad.
Sin embargo, en Hardaily seguimos pensando que es una lástima que para conseguir una placa base con audio integrado de extrema calidad, solo esté alcanzable en los modelos más caros y esté embutido dentro de la serie para jugadores. ¿Para cuándo habrá una serie de placas base de GIGABYTE para audiófilos? Existen infinidad de usuarios que usan tan solo una tarjeta gráfica dedicada siempre y si desean el mejor sonido, no tienen más remedio que adquirir una tarjeta dedicada aparte deshabilitando el audio integrado de la placa base. Para esta clase de usuarios, o no se incluye el audio integrado bajando el precio o bien que se incluya uno completo de alta calidad como el de la G1, en una placa base que costara no más de 160€, no tan equipada de ranuras PCIe x16 ni con tanto extra.
Comentarios aparte, no cabe duda que el audio integrado de la G1 dejará con la boca abierta a cualquiera que venga de cualquier sistema integrado de Realtek, e incluso a los antiguos usuarios de las X-Fi.
Pruebas de iluminación. Sistema LED multicolor (7 colores)
La G1 también posee un sistema de iluminación con varios LEDs multicolor en la parte trasera, focalizados en dos puntos, a derecha y a izquierda. Además, en un tercer foco la plaquita metálica trasera también posee 2 LEDs para la iluminación. El sistema de iluminación trabaja en conjunto en estos 3 focos, de manera que el usuario puede controlarlos a la vez. Para cambiar el color se puede hacer o bien desde la BIOS o bien desde el APP «Ambient LED», que será el panel más usado. Ambient LED permite activar o desactivar todo el panel trasero de la placa base o el panel de conectores trasero (el de la plaquita).
Además, ofrece 3 modos de efectos, «Modo Estable» (o fijo), «Modo Pulso» (se ilumina al ritmo del audio) o «Modo Intermitente» (se enciende y apaga continuamente). El modo pulso es espectacular, ya que va a ritmo de la música, juego o cualquier reproducción multimedia con audio. Es muy sensible y reacciona de inmediato. También permite cambiar de color configurando el tiempo de cambio con un rango de 1 segundo a 10 minutos. Por último, y este es el detalle como colofón final a esta magnífica placa base, permite cambiar de color en hasta 7 colores distintos: verde, turquesa, azul, magenta, rojo, amarillo y blanco.
Quizá se echen de menos algunos colores, como el naranja. Ahora que hay muchos fabricantes que han lanzado al mercado multitud de productos con tecnología de iluminación RGB multicolor quizá sería rizar el rizo perdir esto para una placa base. Lo cierto es que este efecto de iluminación pierde mucho encanto cuando a la placa base se le conectan varias tarjetas gráficas, porque lo tapan. Pero al menos el panel de acceso a los botones está bien colocado y justo al lado del efecto de iluminación «Gaming G1» en la esquina superior derecha que es la zona menos invadida del resto del hardware.
Resumen general
GIGABYTE ha conseguido hacer un excelente trabajo con su Z170X-Gaming G1, despuntando en prácticamente todos los apartados, incluyendo el precio, muy alto. Aunque algunos detalles son mejorables todo los principal está perfectamente cubierto. Es una placa base E-ATX excelentemente equipada, con prácticamente todo lo soñado por los aficionados al hardware, los que no les duele ahorrar por obtener lo mejor del mercado para difrutarlo unos cuantos años. Y es que con la G1 se obtendrá rendimiento suficiente para cubrir varios años sin cambiar nada, como mucho las futuras tarjetas gráficas en el 2020 o años posteriores.
Con un embalaje más lujoso, software de Red más integrado con el resto de GIGABYTE, BIOS más pulida (traducción y uso del ratón), APP Center más unificado con menos ejecutables para disponer de todas las funciones e incluso el añadido de un mando para control de volumen/extensor de conexión externa para auriculares habría sido un producto perfecto. Y es que los casi 600€ que vale en las tiendas especializadas es un precio muy alto. Pero también es cierto que la G1 incluye todo lo mejor dentro de una placa base en todos los apartados; OC, eficiencia energética y estabilidad, red alámbrica/inalámbrica, audio, y conectividad con varias ranuras M.2 varias conexiones SATAe, conectores USB 3.1, junto con todos los demás extras. Y no hay que olvidar todo el software incluido, que también tiene su valor y cuesta de producir. La Z170X-Gaming G1 es una placa base repleta de controladores de terceros que conjuntan un hardware envidiable que no deja indiferente a nadie.

















































































hola buenas tardes, yo tengo una placa de estas y vieras que cuando la enciendo por primera vez, ella enciende, se apaga de una vez y luego enciende sola, todo esto sucede en menos de 1 minute.
sera un problema que tiene mi pc o es algo que tiene la tarjeta como seguridad ya que es solo cuando la conecto por primera vez,
si la apago y la vuelvo a ensender no me pasa eso, es solo cuando la desconecto.
agrego que la fuente mia es de 700w, la memoria Ram 16 gigas, procesador i5 6600 y la tarjeta de video GTX 1060 de 6 gigas esta todo Nuevo.
Hola Pablo
Lo primero, antes de deducir nada, asegúrate que tu placa base dispone de la última versión de BIOS disponible no beta. Ya sabes, la tienes disponible para su descarga en la web oficial de GIGABYTE.
Sobre lo que comentas que te ocurre, tal vez tengas activado alguno de los botones de ECO u OC, o tal vez tienes overclock fijado en la BIOS. Sin nada de esto activado y sin OC esta placa base con la última BIOS no beta no se apaga al encenderse, puesto que no tiene que rectificar ningún valor. Lo que te ocurre debe tener relación con las tenisiones de alimentación configuradas de tu placa base. Aunque la fuente funcione perfecta, la placa puede apagarse automáticamente porque se supone que estará cambiando alguna tensión o alguna frecuencia que no son las de por defecto. De hecho, si se apaga y enciende automáticamente, funciona correctamente (si se apagara y no se encendiera, ya sería otra cosa). También puede tener que ver con la tensión y frecuencia de la memoria RAM. Revisa si tienes los botones de ECO u OC desactivados (lucecitas apagadas) y si tienes o no OC activado y deja un comentario por aquí de cómo te va. Seguro que tu placa funciona perfectamente. ¡Tienes una joya!