4. Pruebas varias. Instalación y uso

Cuando tenemos todas estas piezas delante no parece nada complicado el tema de «instalar un micro». Bueno, eso lo hace cualquiera, ¿no? Tan solo es poner la cabeza esa del micro cerca de la boca y a correr. ¡Gran error! Instalar un micrófono correctamente no es nada fácil. De hecho, un micrófono «pelado», sin nada donde apoyarlo es un mar de problemas. Y cogerlo todo el rato de la mano no permitirá hacer una grabación plana y exacta de la voz si no se usa bien y seguramente se grabarán ruidos no deseados por culpa de agitar la mano. Tendréis problemas continuamente, aunque para los podcats pueda dar cierto grado de realismo. Los fallos a veces también quedan bien.

En primer lugar, ¿dónde colocar el micro? Aquí tenéis dos opciones. Si tenéis una mesa suficientemente alta, algo más de 80cm de alto, es posible usar el minitrípode, de modo que la cabeza del micrófono se quede a una altura mínima para grabar la voz. Será fácil moverlo y orientarlo hacia un lugar u otro de la mesa. De esta forma, incluso es fácil retirarlo a un rincón cuando dejemos de grabar. Si el usuario es muy alto, lo seguirá siendo sentado, así que es un tema a tener presente. El micro debe estar siempre colocado a la altura correcta.

Por otro lado, tenéis el brazo articulado como accesorio. ¡Ojo con esto, que no es fácil! Instalar un brazo articulado puede ser incluso inútil dependiendo del escritorio donde se pretenda colocar. La base está hecha para usar un canto de la mesa para anclarlo, de manera que el brazo pueda girar horizontalmente. Pero tendrá que quedar a una altura y distancia adecuada donde esté el locutor o cantante, o instrumento o ruido a captar, o sea que el brazo deberá alcanzar. Lo fácil es usar el canto opuesto donde está el locutor, en un lado que no moleste al monitor de imagen, de modo que es posible retirar el brazo hacia atrás cuando no se utilice. Tener que estar montando y desmontando el brazo es un rollo. Así que la mesa escritorio donde se instale tiene que tener unas características adecuadas. Si es muy muy grande, muy ancha, solo podréis usar el canto donde está el locutor por un lado u otro, y eso no es muy cómodo. Lo ideal podría ser una mesa comedida en tamaño y usar un canto lateral de la mesa. Tampoco es adecuado usar una estantería que esté encima de la mesa, puesto que el brazo no funciona bien girado al revés, boca abajo. Por otro lado, si tenéis la mesa encarada frente a una pared, no podréis usar el canto opuesto al locutor. Así que hay que mirar muy bien dónde colocar la base del brazo articulado para que el micrófono esté a la altura y distancia correcta para el locutor o vocalista, convirtiendo algo que en un principio parece muy fácil en algo que no lo es tanto.

Independientemente de dónde vaya colocado el micrófono, tenéis dos filtros anti-pop para la voz. Es posible usar uno, o incluso los dos, lo cual es un tanto absurdo, puesto que con uno es suficiente. El filtro plano también tiene un brazo articulado metálico, asi que puede estar montado y retirarlo hacia atrás sin desmontarlo. El marco circular es de plástico ABS, ligero. Su anclaje hay que fijarlo firmemente, apretando lo suficiente para un buen amarre, bien sobre el brazo articulado o bien sobre el cuello del trípode. El sistema de anclaje no es muy bueno, pero tampoco hace falta mucho más.

Y falta lo más importante. La orientación del micrófono para captar correctamente el sonido. El micrófono está marcado con la marca de «Mars Gaming» en la parte inferior. Ese es el frente o cara delantera del micro donde toca dirigir el sonido, sobre el tronco de la cabeza, no sobre la parte superior de la cabeza. El micro es cardiode, captará en un cierto grado de inclinación por igual si está bien enfrentado, pero no solo se orienta para captar bien la fuente de sonido, sino para evitar ruidos innecesarios que hay alrededor. Si tenemos el PC a la derecha y este hace algo de ruido por los ventiladores o refrigeración líquida, tocará poner la cara trasera del micrófono dirigida hacia el PC, de manera que podamos tener en frente la cara delantera del micro. Como sabéis, al ser cardiode, la cara trasera apenas captará el sonido proveniente de ese sentido, o por lo menos lo captará peor. Si tenéis aire acondicionado funcionando o una calle cerca de la habitación y esta habitación no está aislada ni acondicionada acústicamente, pues lo mismo, tocará orientar correctamente el micro para una captación más límpia del sonido. En definitiva, tocará buscar esos focos de posibles ruidos y aislarlos lo mejor posible para evitar captarlos desde el micro. Existen filtros externos que actuan de aislantes, pero para la mayoría de casos no hace falta.

Otro asunto importante es el enredo de los cables, qué hacer con la fuente de alimentación Phantom y cómo se puede conectar el micro hasta llegar a la toma de entrada del PC. Aquí hay varias opciones interesantes. Para comenzar este asunto, la fuente de alimentación no es necesario conectarla para usar el micro. Es un accesorio «de refuerzo», para garantizar la alimentación correcta y uniforme del micro para captar el sonido, independientemente de la entrada del PC o interfaz donde vaya a conectarse. Puestos a buscar, una fuente de alimentación Phantom como ésta la podéis encontrar idéntica por unos 17€ en ciertas tiendas online. Así que, de estropearse, sería fácil su sustitución. Posee un interruptor de encendido y apagado, entrada y salida XLR universal y una toma de entrada de 18Vca, donde es necesario conectar el transformador de corriente adjunto, otro cacharro más a tener en cuenta. Es decir, hace falta una toma de corriente cercana donde conectarlo.

Respecto a los cables, podéis usar uno solo de los adjuntos o incluso empalmar directamente los dos, para conseguir mucha más longitud. Así podéis alejaros de las posibles fuentes de ruido, que por pequeñas que sean, ahí están listas para ser captadas. Si conectáis la fuente de alimentación, no hay más remedio que emplear los dos cableados adjuntos, convirtiendo el escritorio en un pequeño espacio lleno de enredos de cables. El usuario debería ser bastante ordenado aquí, puesto que los cables abultan bastante, son gruesos, y se ven de bastante calidad. Las conexiones también son firmes y seguras, aunque hay que tener cierto cuidado al desconectarlas de la fuente Phantom. Al principio paran un tanto duras.

Por último, algo extraño nos ha pasado con uno de los accesorios, que curiosamente no sale anunciado en la página web de producto de Mars Gaming. Se trata del soporte abrazadera para micrófono de plástico, que se supone que debería poder bordear el tronco del micrófono al ser deformable, pero cuyo diámetro del soporte es bastante inferior al diámetro del micrófono. Da la sensación de que no es compatible. Así que poco podremos hacer con él, a no ser que tengamos otro micro más delgado en el cajón.

Algunas pruebas de calidad de captación de audio

Sobre la calidad de captación de audio del micro no hace falta extenderse demasiado cuando el micro funciona correctamente, ni tampoco entrar en tecnicismos ni números que muchos usuarios no entienden. Para explicarlo mejor, hemos hecho varias pruebas con él de diferentes tipos con resultados satisfactorios, tanto en frecuencias medias, altas e incluso bajas. Esto quiere decir que es un micrófono polivalente, tanto para voz (cantar o hablar, seas hombre o mujer), para captar instrumentos musicales o incluso ruidos, ideal para estudio en casa semiprofesional. De sobra para hacer videos para plataformas audiovisuales en Internet y todo ese tipo de contenido. Además, es importante separar el micro de las posibles fuentes de ruido, porque pueden generar una pequeña capa de audio de fondo apenas apreciable en la pista de audio captada, dependiendo del propio ruido y su frecuencia y dependiendo de la sensibilidad configurada en la interfaz de audio o la tarjeta de sonido. Para evitar eso, la habituación debe estar a 0dBA, y esta situación casi nunca se da si no está acondicionada y sin ningún aparato generando algún ruido (generalmente pequeños ventiladores). Lo bueno es que es posible regular esa sensibilidad en algunas interfaces de audio, consiguiendo enmudecer en gran medida los sonidos de fondo no deseados. Aquí se nota la capacidad del micro condensador de tipo cardiode y su correcta orientación. A poco de usarlo ya empezaréis a cogerle cariño.

A continuación, veréis algunas pruebas de captura de audio usando el DAW Renoise 3.1.1 de 64bit, y sin conectar la fuente de alimentación Phantom, y develaremos unos pasos breves de cómo configurarlo para captar bien el sonido. Lo más sencillo es aumentar la sensibilidad del micrófono a través del sistema operativo. En Windows 10 es posible incrementarlo en +0dB, +10dB, + 20dB o +30dB y sin tocar el nivel de entrada (siempre al máximo). Por supuesto, vamos a aprovecharnos de ello. Después de estas pruebas repetimos algunas de ellas con la fuente de alimentación conectada, sin notar ninguna diferencia, salvo que la fuente puede provocar el emitir una señal al conectar o desconectar el interruptor de encendido/apagado que podría se grabada. En un principio, si la interfaz de audio a conectar es fiable, no es necesario conectar esta fuente de alimentación. Muchos ya vienen preparados para conectar este tipo de micrófonos. En cualquier caso, no se debe encender o apagar la fuente de alimentación mientras se está grabando. Veamos algunas pruebas…

Esta primera grabación corresponde a un típico ventilador de suelo de 32cm de diámetro a plena potencia, con el micrófono a más de 1m de distancia, y con la sensibilidad en las propiedades del micrófono de Windows 10 en +30dB. La onda es prácticamente uniforme, con oscilaciones leves causadas por el propio ventilador al rotar. Se podría hacer una prueba parecida con el aire acondicionado, a ver cómo lo capta. Esta clase de ruidos de fondo no son bienvenidos y tenemos que eliminarlos a toda costa. Esto no será posible corregirlo, así que es obligatorio apagar el ventilador (o el aparato que sea el emisor del ruido) o buscar otro sitio para grabar más silencioso.

La siguiente prueba corresponde a la captación de un PC silencioso a 1m de distancia aproximadamente, y con la sensibilidad en las propiedades del micrófono de Windows 10 en +30dB. Éste también es un ruido no deseado que debemos evitar en las locuciones, cantos, o al captar otros sonidos. Afortunadamente aquí podemos corregirlo bajando la sensibilidad a +20dB.

Así que, para corregirlo es posible bajar de +30dB a +20dB y así eliminar en gran medida esos ruidos de fondo no deseados que pudiéramos tener en nuestro estudio casero, en este caso los ventiladores de un PC de alto rendimiento. Aquí la onda grabada es totalmente plana, menos al principio. El micrófono ha sido capaz de captar el clic del ratón al soltar para empezar la grabación, al comenzar la onda (el ratón estaba a más de medio metro del micro). Con +20dB todavía captaríamos esos ruidos extraños que a veces provocamos, como el leve crugido de una silla al movernos, o el teclear de un teclado de membrana o cosas así.

Al configurarlo en +10dB el micrófono ya no capta tanto esos leves ruidos muy bajos que tenemos en nuestro estudio casero. Así que éste puede ser un buen punto de partida para empezar a grabar. Como se puede apreciar, este procedimiento es bastante sencillo para conseguir unas pistas de audio limpias, sin sonidos extraños de fondo. O al menos que no se noten, y al mismo tiempo el micro sea lo suficientemente sensible para captar aquello que sí queramos captar. Si ampliamos el zoom de la onda de audio en vertical de esta última captura, obviamente se mostrará una onda sinusoidal, la misma si amplificáramos digitalmente la pista de audio.

En esta grabación se ve claramente una locución con una grabación de pista prácticamente perfecta, sin ningún sonido de fondo entre cada palabra, y con los +10dB. La grabación dice: «Hola, esto es una prueba.» Con tres pausas claras entre las ondas más fuertes, al comienzo, al finalizar, y al pausar la coma. Está grabada con la boca del locutor a 4cm del micrófono con el filtro anti-pop de cabeza instalado, el micrófono correctamente orientado y usando el trípode de mesa junto con el soporte antivibración. Como se puede apreciar, ninguna onda supera el nivel máximo que provocaría un corte en la onda y, probablemente, un artefacto sonoro no deseado. Aquí es muy importante calcular correctamente la posición y distancia del locutor en frente del micrófono, para que la grabación sea clara, potente y de alta calidad, siempre por debajo del nivel máximo. Entre 4 y 10cm está bien.

Por último, otra prueba para constatar su buen calibrado de sensibilidad, esta vez de ruido provocado, concretamente haciendo palmas de forma natural, sin pasarse de fuerte, y con +10dB. La distancia es de más de un palmo del micrófono, acercándonos peligrosamente el nivel máximo de captación. Si tuviésemos que alejarnos demasiado podemos corregir la distancia bajando a +0dB para reducirla, o sino, empezar a corregir desde el nivel de entrada del micrófono a través de la barra deslizante. Una vez más la grabación es clara y con un poco de práctica conseguiremos la distancia ideal para cada tipo de grabación, evitando la necesidad de normalizar la pista de audio posteriormente. La mayoría de micrófonos de mala calidad no tienen una sensibilidad tan bien calibrada y probablemente generarían un bajo ruido rosa de fondo por sí solos o no tendrían una sensibilidad suficiente para captar de forma potente los sonidos requeridos. Este micro va francamente bien.

Hemos probado a grabar platillos, bombos, piano, incluso sonidos emitidos por altavoces para comprobar la captación de frecuencias bajas y altas, con resultados bastante decentes. Este micrófono capta bastante bien toda clase de frecuencias, desde las más bajas a las más altas habituales. ¡Ojo porque esto vicia! Cuando te pones a grabar, puede ser una experiencia muy divertida.

Como podéis ver en las últimas capturas, el micrófono no es estéreo. Es decir, al grabar con él en una pista estéreo, ambos canales presentarán la misma onda sinusoidal de audio. Esto es fácil de comprobar al invertir de fase un canal y reproducir el resultado estéreo. El sonido resultante estará totalmente en fase negativa, anulándose ambas ondas entre sí, algo que no ocurriría si fuera un micrófono estéreo.

Para una comparación directa, este micro es muy superior en calidad a cualquier micro que encontraréis instalado en cualquiera de estos auriculares gaming que pueden costar más de 100€. Si quieres calidad de la buena, mejor un micro condensador de éstos baratos y unos auriculares de diadema mejores que no traigan micro. Pero eso implica la incomodidad de estar siempre frente al micro (condiciona la posición del locutor/vocalista), así que toca sopesar qué es lo que más necesita cada usuario. Otra comparación posible es frente al Trust Emita de conexión USB, que conocemos muy bien y que tantos buenos resultados nos dio en otro de nuestros análisis y que todavía usamos y usaremos por mucho tiempo. El Emita de Trust es mejor micro siendo del mismo tipo, pero tampoco lo es tanto. El tema es que este micro cuesta más de 100€, aunque también venga acompañado de algunos accesorios, frente a los 50€ del MMICKIT de Mars Gaming.

El Ozone REC X50, el Krom Kimu Pro o el GTX 248 Luno de Trust son otros micros comparables que rondan entre 40 y 60€. Eso sí, con menos accesorios. En el mercado hay un montón de micrófonos condensador de tipo cardiode por debajo de los 100€, todos ellos que podrían considerarse de gama baja. Elegir no es fácil pero también hay micros por encima de los 50€ que tampoco son para tanto. Mars Gaming ofrece un producto decente y completo, con una muy buena relación calidad y precio, con lo más importante, un micro que no defraudará a nadie, viendo el precio del producto.

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