Análisis OCZ ARC 100 de 240GB, unidad SSD SATAIII de 7mm para notebook y PC

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Cualquiera que haya adquirido una unidad SSD con conexión SATA sabrá que es un producto de lo más sencillo, por lo que el empaquetado y muestra del producto, con todo lo que trae dentro se simplifica enormemente.

El ARC 100 de 240GB tan solo incluye una caja de cartón, un blister interior de doble molde de plástico transparente a modo de amortiguador para golpes y la unidad SSD de formato de 2.5″ y de 7mm de grosor. Además, se acompaña de un manual de uso e instalación en múltiples idiomas doblemente grapado, entre ellos el español, acompañado de una hoja sobre la garantía, que no se referente al ShielPlus. Si queréis saber más detalles, ampliad las fotografías de las mismas y podréis leerlo. Lo primero que señalamos aquí es que OCZ debería tener algo más de cuidado a la hora de diseñar los blisters, para que el usuario reciba impolutos los manuales y hojas, evitando que lleguen doblados o arrugados, o bien empaquetar estos dentro de una pequeña bolsa plana de plástico. El aspecto es importante, más tratándose de pocos componentes.

El empaquetado es simple y de calidad, sin traer nada más. Estáis ante un producto de tipo «Value», de los económicos para venderse a bajo precio, sin accesorios superfluos. De modo que no incluye ningún kit de tornillos, ni ningún adaptador a 3.5″. La mayoría de cajas para PC modernas ya incluyen bahías o adaptadores para 3.5″ o 2.5″, así que no vemos necesario que incluya estos accesorios.

Si os fijáis en el embalaje, OCZ usa sus colores favoritos, el azul como principal, con un aspecto conjunto muy bonito, dejando el negro elegante para unidades de mayor rendimiento. En este caso, la cara trasera es la única que aporta algo de información sobre el producto, añadiendo un listado breve de la descripción general del mismo en múltiples idiomas, y otro listado de sus especificaciones técnicas más relevantes, omitiendo todo lo que tiene que ver con el rendimiento de la unidad. Esto puede tener sentido porque el mismo embalaje sirve para las 3 capacidades, y obviamente cada capacidad ofrece un rendimiento determinado. Sin embargo, se echa de menos una triple columna con los desempeños más relevantes de lectura y escritura de los 3 modelos, aunque debido al espacio que ocupa el embalaje, poco espacio hay.

Las características más relevantes que se dejan ver en la trasera del embalaje son varias. Su esbeltez es «Ultra-Slim» de 7mm, no de 10mm, que es el más habitual para esta clases de unidades, conservando el factor de forma de 2.5″ de ancho. Además, deja caer un dato interesante, con un ratio garantizado de 20GB por día de escritura, se supone que durante 3 años (según se reza en la web oficial). En el embalaje no queda muy claro qué quiere decir OCZ con esto. Aparte, era de esperar que soportara TRIM bajo Windows. Como ya sabéis, es SATAIII que es compatible con SATAII, pero con el correspondiente descenso de rendimiento al usarse solo 3GB/s máximo en lugar de 6GB/s del SATAIII.

Sin embargo, lo que más llama la atención y pasa algo desapercibido (a nosotros no…) es que las unidades SSD se siguen comparando con los discos duros convencionales. Citamos tal cual lo que pone en la cara trasera: «OCZ Arc 100 Series solit state drives son más eficientes y duraderos que los discos duros convencionales». De eso no hay duda, pero a estas alturas esta comparación no tiene mucho sentido, más allá de lo meramente comercial (comparar un modelo SSD con otro diferente de la misma capacidad sí tendría más sentido). Todo eso ya viene implícito por la radical diferencia entre tecnologías de cada tipo de hardware (un disco duro convencional no tiene casi nada que ver con una unidad SSD, más allá de almacenar datos, compartir los mismos conectores SATA y poco más). Y es que realmente los discos duros convencionales siguen siendo la competencia directa de las unidades SSD, compitiendo con bajo precio y alta capacidad y rendimiento suficiente, frente al elevado precio, baja capacidad y alto rendimiento, dejando el usuario siempre en segundo plano la eficiencia energética (menor consumo en las SSD), menor ruido (0dBA en las SSD, sin vibraciones; no incluyen partes mecánicas) y menor temperatura en general (aunque hay unidades SSD que también se calientan, incluso más que algunos discos duros más frescos). Además, este tipo de comparaciones siguen confundiendo a muchos usuarios, que siguen refiriéndose a las unidades SSD como HDD (afirmaciones erróneas de tipo: «los HDD de tipo SSD»). Simplemente los usuarios que afirman estas cosas es que desconocen por completo sobre el hardware al cual se están refiriendo, incitados también por la poca capacidad de algunas tiendas de separar las unidades SSD de dentro de sus secciones para HDD.

Respecto a la unidad SSD en sí, la ARC 100 está compuesta, como ya sabréis de 4 partes, nada más. Una doble carcasa de aluminio, la placa electrónica interna, con los chips de memoria NAND flash y el procesador controlador soldados en ella, además de la circuitería y de las 2 conexiones SATA para datos y alimentación. Lo primero que llama la atención a la hora de manipular la unidad es la tremenda robustez de la carcasa y su peso. OCZ no se ha ido con tonterías y ha reforzado esta unidad, muy compacta con esos 7mm de grosor, pero con una carcasa muy resistente y robusta, que pesa completo hasta 110g, un peso quizá algo elevado. Además, si os fijáis es imposible desmontarla sin cargarse la pegatina que cubre toda la cara superior, ya que la cabeza de los 4 tornillos de armado es accesible desde esta cara, de modo que OCZ blinda el desarme de la unidad para temas de garantía. De esta manera es imposible y por partida cuádruple el desmontar la unidad para ver su interior sin perder la garantía de compra de 3 años, que dicho sea de paso tiene un valor adicional en este producto. Esto último hace pensar que en un principio OCZ no iba a ofrecer el soporte «ShielPlus» para los ARC 100, ya que en el embalaje ni en la información del interior hace referencia a ello. Esto coincide con el reciente lanzamiento de la Serie OCZ Radeon R7 con AMD, que también incluye garantía «ShielPlus», aunque de 4 años. De modo que todo este tema del «ShieldPlus» parece haberse cocinado recientemente.

En resumen, OCZ ofrece la unidad SSD ARC 100 de la manera más sencilla, bien segura, con la calidad en mente y repleta de información para su uso e instalación, con el añadido final de la garantía ShielPlus de 3 años. Con la capacidad de 240GB, parece ser la unidad SSD de «mayor sentido» de las ARC 100, a la hora de ser adquirida por su buena relación de precio-rendimiento-capacidad, poniendo en duda la viabilidad de adquirir una unidad de 480GB, cuando por menos de su precio se pueden adquirir 2 unidades SSD de 240GB y montar un RAID0 con ellas. ¡Pensadlo! Quizá sea viable para ordenadores portátiles por obtener mayor capacidad, a pesar del precio descaradamente elevado. Pero por rendimiento no será. ¿A caso montar el doble de memoria NAND en una placa electrónica duplica y más el precio final de una unidad completa SSD? Hasta que no haya una guerra de precios sustancial en las unidades SSD de mayor capacidad (precios mucho más bajos), no habrán verdaderos avances, y es que desde hace muchos meses poca evolución está sufriendo este mercado en general, con precios desorbitados comparando las unidades SSD de mayor capacidad con las de menor capacidad, más allá de un ligero incremento de rendimiento puntual o incluso sostenido, cuando su competencia directa, los discos duros convencionales, amenazan de nuevo con más capacidades y más bajadas de precios.