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A diferencia del modelo CoreXStream 500W de OCZ, este modelo ModXStream-Pro está orientado directamente para usuarios que quieran alimentar su pc gamer, de modo que su presentación exterior así como el toque visual de la fuente de alimentación y su diseño de cableado semimodular están encaminados para ello. El exterior del embalaje es muy llamativo, usando el negro y rojo como colores principales, resaltando el blanco para las letras en diferentes tamaños; simplemente sencillo y efectivo sin dejar de ser barato de producir. Curiosamente es una de las presentaciones más llamativas y mejor llevadas comparada con algunas gamas de OCZ, como son las Series ZT, ZS y ZX, un punto a favor dentro de una gama contenida en precio, como es la ModXStream-Pro.
Debido a que esta serie de fuentes de alimentación ATX ya es veterana, actualmente pueda chocar un poco su coletilla «Pro» junto con su eficiencia energética mínima (certificado 80 Plus Standard), pero viendo todo lo que trae consigo como fuente sea tal vez una de las mejores fuentes semimodulares de bajo coste del mercado, algo que demuestra el hecho de que por ser semimodular, no es necesario que sea caro, sino que hay términos medios.
En el frontal del embalaje se muestra su potencia de 600W, la marca OCZ Technology, su serie ModXStream-Pro (resaltando la X porque suponemos que «mola») y la coletilla Pro para darle más importancia al producto. Además de describir varias de sus características tiene estampados dos sellos, correspondientes a los 3 años de garantía de OCZ y al certificado «NVIDIA SLI Ready», que habrá que tratar con delicadeza. La parte trasera amplia lo mismo que se detalla en el frontal, añadiendo el sello 80 Plus Standard. Ambas caras muestran fotografías reales en perspectiva, dejando claro el aspecto de la fuente. Sin embargo, el tono de color no corresponde al real, teniendo un toque azulado, cuando la fuente es de color gris oscuro, casi rozando el negro. El resto de caras no añaden información adicional salvo en la cara inferior, que desglosa las especificaciones técnicas referentes a la entrada y salida de electricidad de la fuente. A pesar de ser un producto cometido en precio, está respaldado por multitud de sellos de conformidad, CE RoHS, FC, CB TUV, etc… Esta fuente ha sido fabricada en China y ya lleva en el mercado muchos meses, manteniendo su competencia junto con el resto del mercado.
Al abrir el embalaje, la fuente viene mínimamente protegida mediante tan solo un molde de protección inferior y bordeada por el resto de accesorios, que de algún modo actúan de amortiguadores también. Se acompaña con un práctico manual de uso en múltiples idiomas, la tarjeta típica de OCZ, el común cable de alimentación para 230V de mediana calidad, los habituales 4 tornillos plateados con cabeza de diente de sierra para el armado de la fuente en la torre y hasta 6 cableados modulares. Sin duda, lo que más llama la atención es su carácter modular, bien distribuido y debidamente enfundado. De nuevo, una fuente semimodular da la sensación de venir mejor equipada que una fuente que no sea modular, pero no tiene por qué ser así. En este caso, el hecho de ser una fuente de 600W y que tenga 6 tiras modulares, otras 3 nativas y hasta 17 conectores en total, la convierten en una fuente equilibrada, con potencia suficiente y número generoso de conectores. Poco a poco, la coletilla «Pro» va ganando su sentido.
El primer inciso importante es entender hasta qué punto el certificado «NVIDIA SLI Ready» es de efectivo ¿Qué quiere decir esto? Este certificado significa que la fuente puede soportar una configuración de tarjetas gráficas en SLI, pero no detalla qué número ni hasta qué potencias. Es ahí donde el fabricante debería incidir más a la hora de explicar este asunto. Es curioso que los tres modelos ModXStream-Pro tengan este certificado, incluido el de 500W. Cada cual con lo suyo, en este caso el modelo de 600W podrá soportar hasta 2 tarjetas gráficas de mediana potencia, que bordeen los 120W cada una y poco más. Además, está íntimamente ligado al número de conectores PCIe que ofrece su cableado. Así, este modelo, sin ayuda de un adaptador adicional no suministrado, solo puede alimentar 2 tarjetas gráficas con tan solo un conector PCIe.
El resto de características que destacan en esta fuente son su interruptor de encendido/apagado de gran formato algo más «Pro» de lo que es habitual, un sistema de ventilación autorregulada y muy silenciosa, de nuevo se acerca a lo más «Pro», y un reparto de conectores en el panel delantero modular separado de 4 + 2 conectores, de colores negro y rojo respectivamente; lo que OCZ denomina sistema de conexión «EZMod Cable» para facilitar la correspondencia de las conexiones de manera visual.
El interior de la fuente también tiene sus puntos fuertes, destacando su electrónica de mediana calidad, que ofrecerá una durabilidad notable, además de sus hasta 3 protecciones electrónicas internas y hasta 2 raíles de +12V a 25A como máximo cada una. Lo que no es tan «Pro» es su eficiencia energética, que se queda en lo más básico dentro de las fuentes que se pueden considerar decentes en este sentido. En un principio, este es el único punto flaco de este modelo de fuente. Lo demás, teniendo su precio en mente, es simplemente más que notable.
En resumen, se trata de un producto muy bien llevado, cuyo principal componente viene bien equipada para tratarse una fuente de 600W semimodular. Existen otros modelos de fuentes más potentes peor equipadas. Semimodular, silenciosa, fácil de montar y gestionar y con electrónica duradera, al menos según indica el fabricante con sus MTFB de 100.000 horas. Lo mejor de todo es que su precio es bastante económico, que habrá que contrastar contra su limitada eficiencia energética, que a pesar de pertenecer dentro del grupo de fuentes ya decentes en esta materia, no es su punto más aventajado.
