3. Teclado Corsair K95 RGB Platinum. Comentarios y pruebas varias

Cuando en Hardaily Labs vimos la presentación del modelo K95 RGB Platinum, aparte de ser una grata sorpresa muy esperada, viendo lo bien que estaban llevando la actualización del K70 con el modelo K70 RGB y todas sus variantes, en seguida nos preguntamos ¿Y cuál va a ser el ratón idóneo para acompañarlo? Pues ahí está el Scimitar Pro RGB, otra actualización de periférico con un sensor 4000DPI superior al anterior, pero dedicado para juegos específicos. A falta de un ratón pensado extraordinariamente para ser muy ergonómico, asignatura todavía pendiente de esta marca, solo nos queda esperar que Corsair tome buena nota de los artículos de análisis más críticos que hay por Internet de sus productos y nos ofrezca en un futuro no muy lejano mejores periféricos.

Corsair ha ido mejorando como marca y en lo que más se nota es en el aumento de variedad en cada tipo de producto. El K95 RGB Platinum representa una nueva vuelta de tuerca más, mayor apriete para acercarse al mejor prototipo de teclado jamás construido por la marca. Esto es, algo directo de controlar y no tan complicado con tanto botón, mejorando, si cabe, el reparto de los controles multimedia y el diseño en general, más vistoso y atractivo, aprovechando el enorme tirón de la tecnología LED RGB multicolor, que tanto bombo y ruido está haciendo desde el 2016, viendo los frutos a lo largo de este 2017 y que seguirá muy fuerte el próximo año. Afortunadamente, en esta clase de periférico, en teclados, la iluminación RGB multicolor es realmente útil, a diferencia del resto de componentes y periféricos del PC que son más bien añadidos de estética y poco más. Un teclado con LEDs multicolor configurable trae sus ventajas de control para diferentes programas, no solo para juegos, y este hecho aventaja a estos teclados frente a otros con iluminación monocromo o simplemente sin iluminación. Sí, son más caros, pero al menos su tecnología de iluminación es realmente útil y eso toca destacarlo.

Desempaquetado, componentes y accesorios

Yendo al meollo, el K95 RGB Platinum, viene, como no podía ser menos, con la mejor presentación de embalaje que Corsair ofrece actualmente, con envolvente fino retirable para dar paso a una caja negra de protección mucho más gruesa. Da gusto echar un profundo vistazo a todos los detalles del envolvente exterior del embalaje, observando dónde ha concentrado Corsair sus esfuerzos con este teclado.

De entrada, la cara superior del embalaje muestra un cenital con todo su esplendor del teclado. No podía faltar su iluminación multicolor activada, que es la principal diferencia frente al veterano modelo K95: la sustitución de los interruptores mecánicos por los Cherry MX RGB (con LED multicolor configurable). En este modelo, tal como se delata esta cara superior, posee los interruptores Cherry MX Speed RGB, con un recorrido de acción de 1.2mm, algo menor al recorrido estándar de los interruptores Cherry MX. Recordad que el teclado Corsair K95 RGB Platinum también se distribuye con los interruptores Cherry MX Brown, que son bastante distintos a los anteriores en tacto y pulsación.

Lo siguiente que ha hecho Corsair con esta actualización de teclado es simplificarlo. Tener una botonera izquierda de 3 x 6 botones (16 en total) complica bastante su control, sobre todo porque implica que el usuario tenga que recordar hasta 16 órdenes en total, teniendo que agruparlos por similitud de control de algún modo, sino es toda una odisea. El K95 RGB Platinum solo dispone de una columna izquierda de teclas «G» o macro programables, de la G1 a la G6 distribuidas en columna, levemente separadas de las primeras teclas. Así, el teclado es levemente más grande que un teclado estándar, pero con menos botones, siendo más fácil de fabricar y más económico, permitiendo equilibrar mejor su precio final de venta, puesto que incluye los interruptores Cherry MX con LED RGB y carcasa translucida que son claramente los componentes que más encarecen la fabricación este producto. Así Corsair mata dos pájaros de un tiro.

La sección superior derecha de los controles multimedia del K95 se conserva en esta nueva versión, mientras que toda la barra superior del teclado es restructurada con 3 botones más grandes y el logo de Corsair justo en el centro para que pare más sencillo. Estos 3 botones sirven para poder cambiar en bucle los perfiles guardados en los 8 MB de memoria interna del teclado, controlar hasta 4 niveles + apagado de la intensidad de iluminación o para configurar el bloqueo de varias teclas estratégicas, para evitar que funcionen mientras se juega.

El resto del desglose de características del K95 RGB Platimun se aprecian en la cara inferior del embalaje. La primera gran característica es su carcasa de plástico recubierta superficialmente por una cara de aluminio con superficie superior cepilla en horizontal, dándole un toque de mayor calidad y aportando una robustez muy superior a cualquier teclado con carcasa de plástico. Así, este modelo parece mucho más lujoso, siguiendo la estela marcada por el K70 RGB LUX.

Siguiendo con características superficiales, este modelo incluye un reposamuñecas con cuerpo reforzado muy robusto, con una superficie superior imantada y deformable de unos 3mm de grosor que ofrece dos caras de superficie distintas engomadas. Esto es nuevo en Corsair, y permite personalizar mejor el tacto que quiere recibir el usuario en la palma de la mano por la diferencia de textura superficial, o bien más liso o bien más texturizado. Y no solo eso. Estas superficies son las más propensas a deteriorarse, desgastarse, rallarse, perdiendo parte del engomado superficial. Al tener ambas caras reversibles, duplica la durabilidad superficial del reposamuñecas. Aunque no está pensado para esto, cuando se desgaste mucho una, es posible girarla y gastar la otra.

La siguiente característica que no podía faltar es su protección integral contra pulsaciones nulas. Todas las teclas funcionan independientemente y pueden hacerlo simultáneamente, a diferencia de la mayoría de teclados de membrana y de algunos otros teclados mecánicos. Si usáis algún DAW para composición musical con un montón de controles, este tipo de teclados os vendrán perfectos, pudiendo usarlos como piano físico, incluso usando un perfil de iluminación para tal fin, tal como hacemos con los juegos. Para estas cosas estos teclados son una maravilla.

Además, el K95 RGB Platinum incorpora un puerto USB de alimentación y de datos independiente en el lateral trasero, al lado del cableado de conexión, con dos conectores USB, para poder conectar ahí cualquier periférico USB 2.0. Lástima que este puerto no sea USB 3.0 o incluso Tipo C 3.1, con conexión reversible. Otro detalle se encuentra en la cara inferior del teclado, algo que no muestra el embalaje, el sistema de anclado del reposamuñecas, que sigue siendo prehistórico, empleando las típicas horquillas que no son muy duraderas y, aunque Corsair emplea materiales plásticos de gran calidad, no garantizan que estas horquillas sean duraderas. El usuario tendrá que tener cuidado cada vez que pretenda separar el reposamuñecas, si no quiere llevarse una sorpresa. El puerto USB 2.0 y las dichosas horquillas de anclaje son dos detalles que hacen que la coletilla «Platinum» no sea tan platinum.

Al abrir el embalaje, encontraréis una caja de cartón negra con tapa superior con el logo de Corsair. En su interior está bien recogido el teclado con su cableado plegado dentro de un estuche de cartón, otro pliegue de cartón que envuelve al propio teclado y debajo de este el reposamuñecas desmontado. Además, se adjunta el típico kit extra de 4 + 6 teclas grises para jugadores con la herramienta de desarme de las teclas. Aparte, hay otro pequeño estuche amarillo de cartón que contiene el manual de usuario multiidioma y guía sobre garantía.

Instalación y montaje. Ergonomía y uso

La instalación es la de siempre. Lo mejor es pasar el cableado USB por donde sea necesario y conectarlo al PC. Después de ello y una vez colocado el teclado en su sitio, montar el reposamuñecas. La mayoría de usuarios o jugadores, por no decir todos, vais a montar el reposamuñecas. Así que no sería mala idea que Corsair fabricara sus teclados con el reposamuñecas integrado, no desmontable. De todas formas, la única precaución es tratar el medio de unión, o sea las horquillas inferiores, con cierto cuidado, tanto al unir el reposamuñecas como al separarlo del teclado.

Una vez bien montado el reposamuñecas y de conectar el cableado USB en 2 puertos USB libres directamente en la placa base, tan solo será necesaria la descarga e instalación de CUE II. Es posible instalarlo después de conectar el ratón de Corsair compatible, si se diera el caso. Como acompañamos este teclado del Scimitar Pro RGB, podemos instalar CUE II después de conectar ambos periféricos. La longitud del cableado es de 1.8m, mínimamente suficiente para la mayoría de configuraciones y sus 2 conectores USB están bien señalizados. Si no vamos a usar el puerto USB trasero del teclado, no es necesario conectar su conector USB correspondiente.

El teclado K95 RGB Platinum destaca por su robustez, tanto del cuerpo del teclado como del reposamuñecas, que también viene bien reforzado. Los reposamuñecas de la mayoría de teclados de gamas inferiores de Corsair nos más endebles y menos duraderos. Salvo el tema de las horquillas, se agradece que el reposamuñecas sea robusto, difícil de deformar. Así, es más sencillo que la pieza plana engomada de doble cara se acople mejor.

Todo el teclado viene exquisitamente terminado. Se nota que es gama alta lo mires por donde lo mires. Tiene un detalle muy llamativo en la parte posterior, que es una tira de iluminación LED que le da un toque aun más llamativo cuando los efectos de iluminación RGB de todo el teclado están en funcionamiento. Si tenéis un K95 (versión anterior), toda la zona superior derecha de teclas multimedia es muy similar. Sin embargo, el manejo de las teclas macro es mucho más simplificado.

Respecto a los interruptores, las sensaciones son muy similares al K70 con teclas Cherry MX Speed, ya que tiene los mismos interruptores. Sin embargo, el K95 RGB Platinum tiene una leve corrección de altura, dejando el reposamuñecas levemente más alto que en otros teclados de Corsair, como podrían ser cualquier Strafe. Esto ayuda a levantar más las muñecas y a tener las teclas algo más bajas, teniendo más recta la mano respecto del brazo, aliviando un poco más las muñecas y los tendones de los dedos. El teclado es bastante confortable, aunque las teclas y sus interruptores no dejan de ser ruidosos. Es lo que hay.

La columna izquierda de «teclas G» está algo retranqueada, casi 1 cm, separada del resto de teclas. Sin embargo, la mayoría de usuarios que adquieran este teclado tendrá que acostumbrarse un poco, para no pulsar ninguna de ellas por accidente, ya que están cerca de las teclas típicas de bloqueo de mayúsculas, shift, control, tabulador o escape. Cuestión de acostumbrarse. En cambio, estas teclas son más sencillas de manejar porque solo son una columna de 6 teclas, no 3 columnas como correspondía con la anterior versión del K95. No será necesario que el usuario tenga que memorizar tantas macros para controlar sus juegos. La cabeza de estas teclas es de color gris texturizado. Desentonan un poco respecto de la elegancia general de todo el teclado, totalmente en negro.

Este teclado y el reposamuñecas tienen excelentes patas de caucho en su base, bien amplias para garantizar que no se mueva ni lo más mínimo. Su peso es considerable, ya que incluye partes metálicas también. Por otro lado, sus dos patas traseras abatibles se despliegan hacia los laterales, no hacia atrás. La inclinación una vez abiertas no es muy alta. Esto provoca que, a poco que el usuario desplace el teclado hacia la izquierda o hacia la derecha, una de las patas se pueda plegar por accidente. En tal caso, lo mejor siempre es levantar el teclado con ambas manos. Curiosamente, en otros teclados de Corsair con el mismo diseño de patas abatibles esto no sucede. Puede ser una situación incómoda.

Otro detalle más es que el acceso a las teclas multimedia está bastante más bajo que las teclas numéricas. Es fácil localizarlas, vienen iluminadas, pero queda un poco extraño manejarlas teniendo que sortear las teclas numéricas, puesto que provocan un escalón bastante acentuado. Con todos estos detalles, realmente echamos de menos que Corsair invita un poco de I+D en diseñar nuevas cabezas de teclas con contornos rebajados, bien en esta primera hilera de teclas numéricas para acceder más cómodamente a las teclas multimedia y también en la primera hilera de teclas que incluyen la tecla espaciadora, para evitar aún más el escalón que se genera entre el reposamuñecas y esta primera hilera.

Por lo demás, todos los caracteres se ven bien con el sistema de iluminación apagado en un entorno claramente iluminado. Sin embargo, este teclado no sería el mismo sin el empleo de este sistema de iluminación. Junto con CUE II, el K95 RGB Platinum entra en otra nueva dimensión, y deja en mal lugar al veterano modelo K95, dadas sus claras ventajas por su tecnología LED RGB multicolor personalizable, no por sus efectos de iluminación que es capaz de mostrar, sino por lo que realmente podéis hacer con la configuración individual personalizada por cada tecla.

Si con todo no os gusta demasiado este modelo de teclado, primero, hacéroslo mirar, y segundo, siempre podéis echar un ojo al teclado K70 LUX RGB de Corsair, que es como el hermano «pequeño» del K95 RGB Platinum, y pequeño entre comillas. Veamos qué podemos disfrutar del Scimitar Pro RGB… De entrada, queda excelentemente bien con el K95 Pro RGB, ¿verdad? Parecen dos periféricos sacados del mismo producto.

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