1. Introducción. Ficha del producto

Introducción

La creación de contenido para subirlo en redes sociales o plataformas de video o fotográficas está al orden del día. Una parte considerable del tráfico de la red de Internet así lo demuestra, sobre todo en lo que a videos se refiere, dejando la pornografía a un lado, que alarmantemente acapara más del 30% de tráfico de la red mundial, debido, en gran medida, por el tamaño de los archivos de video. Y es que, el tamaño del video era un problema hace unos cuantos años, muchos datos que transmitir, y guardar, por Internet, pero con el avance de la tecnología, ya se pueden manejar archivos muchos más grandes por la red, y de ahí también la proliferación de las plataformas de pago, como Netflix, Amazon Prime o HBO… Veamos qué hay que tener presente para construirnos un equipo conjunto para grabar o transmitir video por Internet en alta calidad, y si podemos hacerlo sin gastar demasiado. Alta calidad se considera, como referencia actual, 4K a 30 FPS.

Capturar videos en alta calidad cada vez es más factible gracias a las variadas soluciones que van apareciendo en el mercado, aunque reuniendo todos los productos necesarios para poder realizarlo no es precisamente barato. En los últimos 10 años hemos disfrutado de un progreso dilatado, más o menos rápido en la tecnología de cámaras fotográficas y de video en teléfonos inteligentes. Al mismo tiempo, mientras las cámaras fotográficas clásicas seguían mejorando en cuanto a fotografía, han sufrido, en general, un retraso de modernización frente a los teléfonos inteligentes, sobre todo respecto a la grabación de videos, tanto que, en los últimos años, resultaba extraño pensar que cómo era posible que un teléfono móvil podría grabar videos en alta definición y una cámara fotográfica dedicada, que abulta mucho más y que se supone que hace mejores fotos no podía grabar video en condiciones, o no tenía las salidas oportunas para usarla para capturar video, como podría ser convertir una cámara fotográfica en una webcam.

«Transformar» una cámara fotográfica (como puede ser la que veis en la foto superior, la EOS 250D de Cannon, que no es una referencia, simplemente es un ejemplo) en una webcam de alta calidad con «salida limpia» y todo lo que eso conlleva, se ha convertido en un proceso habitual o necesario en muchos hogares e incluso negocios. Tanto es así, que los fabricantes de este tipo de cámaras fotográficas dedicadas (Nikon, Canon, Panasonic, Sony, Kodak, Fujifilm, Olympus, etc.), se han visto obligados a diseñar sus cámaras fotográficas con mejor capacidad y estabilidad para grabar videos, quitando terreno a las cámaras de video dedicadas.

Si contempláis el mercado de segunda mano, veréis que existen multitud de cámaras fotográficas a la venta, muchas, algunas que no tienen ni 2 años de uso. Por algo será. Casi todo el mundo tiene una cámara fotográfica haciendo bulto en un cajón. ¿Para qué quieres un bulto tan grande si un teléfono inteligente delgado ya te cumple la papeleta para hacer fotos decentes y compartirlas en redes? Por estos motivos la grabación de video ha tomado mucho peso en las cámaras fotográficas dedicadas. Era necesario que este tipo de producto destacara en algo más que en hacer buenas fotos. A pesar de todos eso, hace falta salvar las distancias. En general, es obvio que una cámara de fotos dedicada de calidad producirá mejores fotos que el sensor más sofisticado de una cámara incrustada en un teléfono móvil, y por ende, mejores videos.

Aun y con todo esto presente, cuando tratamos de usar productos para convertirlos en «otra cosa», como puede ser transformar una «cámara fotográfica dedicada» en una «webcam de alta definición», habrá que prestar atención en la compatibilidad: la entrada no es lo mismo que la salida. Resulta que en los últimos años se han ido mezclando cámaras fotográficas con salida HDMI que son convertibles a webcam junto con las que no lo son, generalmente un poco más viejas. Las que son compatibles pueden funcionar con una capturadora de video, es decir, la señal que capta la cámara es tratada y transmitida directamente a la salida HDMI de la propia cámara, algo que no es capaz de hacer muchas cámaras de hace pocos años. Así que, si estás pensando en usar tu vieja cámara de fotos como webcam, piénsatelo dos veces antes y comprueba si es compatible (básicamente, mira qué recibe su salida HDMI).

Por ejemplo, si cogéis una Lumix DMC-FZ150 de Panasonic (año 2011 y superventas), ésta tiene salida HDMI, pero no podrá usarse como webcam, porque internamente no es capaz de dirigir esa señal de video procesada del sensor directamente a la salida HDMI de la propia cámara, antes no se pensaba tanto en eso. En cambio, la Lumix DMC-FZ300, un modelo más reciente (año 2016), si es posible, y en el nombre de la cámara solo cambia el número. Si comparamos ambas cámaras visualmente, tanto en aspecto como en nombre son muy parecidas, y esto puede llevar a engaño. Lo mismo ocurre con multitud de modelos de cámaras de otras marcas. Así que toca prestar atención a estos detalles para evitar sorpresas de incompatibilidad.

Para convertir una cámara fotográfica con salida HDMI en una webcam o una simple cámara de video cuya señal «de video» aparezca directamente en la pantalla del PC es necesario utilizar una capturadora HDMI a USB, como la que tenemos entre manos, la Ripsaw X de Razer. Esta capturadora de imagen ha salido recientemente al mercado como solución compacta capaz de capturar en muy baja latencia a una resolución 4K (3840 x 2160 píxeles) hasta a 30 FPS, independientemente de lo elevado que sea el nivel de FPS que sea capaz de transmitir la cámara (al menos hasta 60 FPS). Esta característica convierte a esta capturadora como una de las mejores del mercado.

Para hacernos una idea breve de cómo está el mercado actualmente, una cámara fotográfica que sea capaz de proporcionar la señal en 4K a 60 FPS puede costar más de 1000 €. Ahí tenéis las soluciones de cámaras de acción, como las GoPro, que permiten tasas altas a precios más bajos, pero solo de grabación interna, no para usarse como webcam. Aun así, todas estas soluciones son caras, o muy caras según se mire, y mucha gente se queda fuera porque no puede pegarse el capricho. Estamos hablando de soluciones que entran dentro del campo semiprofesional, con calidad alta en los resultados.

Sin embargo, no hay que confundir la capacidad de grabación de un dispositivo con la capacidad de transmisión; mira las GoPro, por ejemplo. Por tanto, se puede dar el caso de que, a pesar de que suene extraño, una cámara concreta podrá grabar, por ejemplo, a 4K 60 FPS pero no podrá transmitir directamente esa señal a 4K 30 FPS (el caso de las GoPro). Y es que no todo es oro en este mundillo y hay muchos matices a tener en cuenta para reunir los aparatos adecuados para usar una webcam en alta calidad o transmitir video directamente de la cámara al PC o portátil de turno para editar y poder subir a redes. Por cierto, sobre las webcams de los ordenadores portátiles mejor no hablar. Lo mismo ocurre con el Dolby Atmos. Que no todo es realmente Dolby Atmos. 4K, 5K, solo es una marca, que en ocasiones es empleada por las marcas para dar a entender algo que realmente no es. Toca prestar atención y abrir muy bien los ojos en las especificaciones técnicas de cada dispositivo implicado.

Otro detalle a tener presente es la autonomía de la cámara fotográfica. Todos los dispositivos móviles funciones con baterías de litio, teléfonos móviles, cámaras fotográficas, casi todos esos aparatitos electrónicos que usas en tu bicicleta… Al usar una cámara fotográfica como transmisora de video, será necesario usar una «falsa batería» o «batería ficticia», que no es más que otro transformador, habitualmente con la forma de la batería de litio que la sustituye para lograr alimentación ininterrumpida; las hay que se conectan por USB o bien directamente a una toma de corriente de 230V, aquí en España, y deben ser compatibles con el modelo y marca concreto. Generalmente, las cámaras tendrán una función de autoapagado, que se podrá activar o desactivar para ahorrar energía. Otro detalle a tener presente, puesto que, si la cámara no tiene esta opción y se apaga para ahorrar batería y esto no se puede desactivar, que las hay, será un problema de usabilidad para transferir video sin cortes. Otro detalle es la capacidad de almacenamiento. Al grabar directamente en el ordenador, se acabaron los límites; dependerá de la capacidad del disco duro, que suele ser muy superior a cualquier tarjeta de memoria.

Por último, y desgraciadamente, no todas las cámaras fotográficas son del todo aptas para un uso mínimo intensivo para transferir video en tiempo real, porque algunas se calientan bastante, derivando en un mal funcionamiento. Por tanto, el usuario tendrá que revisar este asunto con su cámara para evitar problemas de sobrecalentamiento. Esto sucede porque, actualmente, todavía existen muchas de estas cámaras compatibles en uso que realmente, en el momento de comercializarlas, no estaban pensadas para estar encendidas transmitiendo continuamente señal de video para capturarlo por HDMI. Afortunadamente, es muy probable que los modelos más recientes y futuros de cámaras fotográficas subsanen estos requisitos de uso.

¿Por qué tanto rollo para una simple capturadora de video como lo es esta Ripsaw X de Razer? El utilizar este tipo de aparatos viene con condiciones de uso, y además a un precio elevado. Todo parece muy fácil, pero no lo es. La Ripsaw X cuesta unos 140€, un precio nada despreciable, considerando que una cámara bridge de mínima calidad para video 4K puede superar desde los 350 a 600 €, y más aun si es una reflex con objetivos intercambiables, cuyo precio se dispara y resulta injustificado en muchos casos. Es necesario que todo sea compatible y no solo eso, sino que funcione adecuadamente durante su uso. El precio conjunto de todo es determinante, y suele ser alto o muy alto. Si quieres saber más no pares de leer, porque esto todavía no se ha acabado…

Por lo demás, este aparato intermedio de Razer funciona como puente compatible con plug & play; se conecta y listo, en el fondo es como un convertidor HDMI a USB 3.0. Ni siquiera requiere del software Razer Synapse. Por tanto, no vamos a esperar configuraciones complicadas. Todos los ajustes se tendrán que realizar desde la propia cámara de fotos (o cámara de video compatible) y desde el software de captura o retransmisión, como puede ser el OBS Studio (software gratuito ideal para capturar todo lo que pase en tu monitor de imagen) o Streamlabs (software gratuito ideal para streaming).

Ficha del producto

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