4. Pruebas varias. Software y tarjeta de sonido

Ergonomía y uso

Los B2 pesan algo menos de 300 gramos. El puente inferior de la diadema viene con algo más de 1cm de acolchado, repartiendo bien el peso sobre la curvatura de la cabeza. Los auriculares presionan lateralmente de forma adecuada en una cabeza de tamaño adulta, permitiendo cierta deformación en horizontal para que los cascos encierren bastante bien por detrás de las orejas. Gracias a las horquillas laterales de metal, los cascos se pueden abatir en vertical más de 20º, ajustando bien en el plano vertical, de modo que, gracias al diámetro interno de 6 cm de alto por 4 cm de ancho encierran bien las orejas.

El resto de la comodidad lo proporciona el acolchado interno de las almohadillas, con leve efecto memoria y buen aislamiento de los ruidos externos, considerándose unos auriculares cerrados. La superficie es de tela suave transpirable, mejor que el típico cuero sintético que fatiga más. Aunque lo siguiente es algo subjetivo, el resultado general es que los B2 de Sharkoon se perciben unos auriculares de diadema más cómodos que otros modelos de la competencia. Incluso son más cómodos que los nuevos Skiller SGH50 de Sharkoon, o por poner otra marca competidora, los B2 son algo más cómodos que los MH5 o MH6 de Mars Gaming (39’90 €) o quedan algo similares a los MHW, que tienen un precio algo más alto al ser inalámbricos (59’90€).

Respecto al uso, es aconsejable que el usuario preste atención a la superficie de la diadema, que es de cuero sintético. Esta parte seguramente será la que más se deteriorará por el roce, ya que el resto de los B2 está conformado por materiales más duraderos. Una vez más, los B2 son unos auriculares con cables pasadores entre las bases del puente y los cascos. Estos cables están bien tratados en los extremos, no parece que se vayan a romper con facilidad. Pero será adecuado que el usuario esté pendiente de ellos para no enredarse con las manos cada vez que se quite o ponga los auriculares. Cuanto menos se toquen mejor.

Lo que más nos ha gustados son las horquillas, diferentes a los B1 y claramente mejores, regulables en altura en varios puntos y el diseño y materiales de los cascos. En los laterales hay un recubrimiento de metal tipo MESH microperforado, perfectamente ensamblado sobre el casco circular de plástico ABS. Independientemente del origen del diseño de estos auriculares, se nota que los ingenieros que están detrás saben bien lo que hacen para conseguir unos resultados óptimos de comodidad y buen aspecto sin gastar demasiado, contando que los B2 cuestan unos 50€ de precio final.

Debemos decirlo. Hemos probado auriculares mucho más caros que los B2 y son incómodos, fatigan demasiado porque presionan mucho o paran demasiado sueltos. Los B2 están bien equilibrados en cuanto a comodidad y cierran bien, que es lo que interesa. Igual Sharkoon ha conseguido esto de chiripa, pero es un punto claramente a favor de los B2.

El mando y la tarjeta de sonido lo veremos más adelante, así que por último, el micrófono es desmontable. Esto permite incorporarlo o no, usando solo los auriculares para escuchar. Este micro tiene un brazo metálico deformable, se puede doblar más de 180 grados, con una longitud total de unos 14 cm, bien medida para incluso colocar la cabeza del micrófono omnidireccional sobre el lado izquierdo del corte de la boca.

Se conecta mediante su minijack macho de 3.5 mm con 3 contactos sobre el conector hembra del casco izquierdo. Este orificio incluye un empalme machihembrado que evita que rote, permitiendo una conexión firme y segura. Cuesta un poco conectarlo y desconectarlo, resolviendo eficazmente un problema bastante común en auriculares modestos con micrófono desmontable.

Instalación del software C-Media y mando de control de la tarjeta de sonido

Software de C-Media. Sharkoon Audio Center.

La tarjeta de sonido USB funciona con un paquete de software que proporciona Sharkoon en su web oficial con un programa y controladores de C-Media para Microsoft Windows, de modo que los controles del mando pueden interactúan directamente con él para controlar algunas cosas. El paquete de descarga es un archivo ZIP llamado «sw_B2_1.00.18.11.21.zip», de unos 92 MB, y contiene 3 carpetas para diferentes versiones del sistema operativo Windows (7/8.1/10) junto con un ejecutable instalador.

Lo hemos probado con Windows 11 usando la instalación de la carpeta de Windows 10, con la instalación y uso sin ningún problema. Es perfectamente compatible con Windows 11. Lo que no sabemos es si Sharkoon proporcionará actualizaciones de este paquete, puesto que parece una solución de software única por producto. Es decir, la marca saca al mercado unos auriculares con un programa de software pero no invierte más en mejorar éste último.

La instalación añade los controladores C-Media para la tarjeta de sonido USB de Sharkoon, tanto para la salida de auriculares como para la entrada del micrófono, además del programa de control «Sharkoon Audio Center» y un icono en la bandeja de la barra de tareas como acceso directo al mismo. Este programa ofrece dos apartados mediante los dos iconos laterales de altavoz y micrófono, dando acceso a 10 y 4 paneles respectivamente.

A lo largo de estos paneles es posible controlar el volumen general, o por separado de los dos canales estéreo, aunque el micrófono captará en estéreo la misma señal. Además, la salida se puede configurar en 16 o 24 bit y entre 44.1 y los 96 KHz, y la entrada del micrófono únicamente a 16 bit entre 44.1 y 48 Khz, desde los paneles de «Frecuencia de Muestreo».

Para la salida de audio hay 5 apartados de ecualización: el ecualizador de 10 bandas, y los modos «Xear Audio Brillant», para realzar frecuencias altas, «Xear Dinaymic Bass» para realzar frecuencias bajas, «Xear Voice Clarity» para realzar frecuencias medias para voz y «Xear Smart Volume», que regula el nivel de señal para que se perciba con menos altibajos. Todos ellos son regulables con niveles, así que es posible ajustarlos si quedan algo exagerados o poco perceptibles. Funcionan bastante bien y pueden mejorar el sonido según la escucha.

Por otro lado, existen dos modos de efecto envolvente virtual o surround emulado, aparte del apartado de «Configurar del altavoz» de estéreo a más canales, hasta 7.1 emulado, que más bien parece un apartado creado para tarjetas de sonido de 8 canales reales que para unos auriculares, que siempre serán estéreo de 2 canales. El efecto Xear Surround Headphone (o XHP) tiene 2 modos y 3 tamaños (6 opciones de escucha en total), que consigue realzar aun más el sonido, parando levemente más potente. En el mando es posible activarlo o desactivarlo pulsando el botón superior «7.1».

Por último, para la entrada de audio, también se puede activar el efecto Xear Surround Max (o SMX) añadido al efecto XHP. El resultado es un sonido algo más espacial pero no muy exagerado, algo que temíamos que no iba a ser así. No está nada mal todo el conjunto.

Lo único que no acaba de funcionar bien es la creación de perfiles nuevos para la ecualización de 10 bandas. A veces aparecen mensajes de error que no vienen a cuento al introducir un nombre de perfil nuevo para guardar, como que no acepta un carácter concreto cuando éste no se ha escrito. Por lo demás, es incluso sorprendente que una tarjeta de sonido tan pequeña acompañada de un mando proporcione un sonido de alta calidad tan resultón. No esperábamos este nivel en un producto tan económico.

Otro problema es que no es posible volver a cambiar entre perfiles Hi-Fi y Manual, ni tampoco es posible agregar o eliminar perfiles propios desde los botones «+», «-«. Probablemente, sea algún fallo del programa, puesto que no funciona correctamente.

Otra cosa que no termina de cuadrar es el panel superior de información de Playback y demás, que no actualiza los iconos de estado. Por ejemplo, si el usuario cambia de 7.1 a estéreo, seguirá mostrando 7.1 y cosas así. Esto tampoco va del todo fino. Afortunadamente, son detalles sin importancia.

Mando de la tarjeta de sonido

El mando es otro plus para la comodidad del usuario. Colocado en el extremo opuesto del cableado USB, tiene 3+1 botones laterales, otros 2 superiores y un panel iluminado superior con hasta 5 iconos con LEDs de color azul turquesa. Los botones laterales permiten:

  1. Silenciar o no la salida de audio con clic simple.
  2. Regular el volumen arriba o abajo con clic simple o pulsar y mantener.
  3. Cambiar entre 4 modos de ecualización. Música, Juegos, Película y Ninguno. Estos modos solo los proporciona la tarjeta de sonido, no se establecen por software y simplemente refuerzan levemente parte de las frecuencias, sin exagerar demasiado.

La parte superior del mando permite encender/apagar el modo XHP (mostrando o no el símbolo 7.1) o bien encender/apagar el micrófono, mostrando el icono de apagar micro cuando éste está encendido. Quizá esto último es un poco confuso, pero solo es cuestión de acostumbrarse, puesto que parece que está al revés.

En general, el mando es práctico y funciona correctamente, incluso con un recorrido suave al subir o bajar de volumen. No está nada mal y puede ser un muy buen aliado en PCs con tarjetas de sonido integradas modestas o sobre todo en ordenadores portátiles.

Calidad de audio. Auriculares y micrófono

Los auriculares disponen de unos transductores de 50 mm de diámetro, con una respuesta de entre 20 y 20.000 Hz según Sharkoon, funcionando a 32 Ohm. Podemos afirmar que la calidad es alta, o incluso más alta de lo que cabría esperar en unos auriculares de 50€ de diadema, que además incluye tarjeta de sonido USB. Sharkoon ha sacado unos auriculares relativamente económicos de alta calidad de audio. Incluso el cable de los auriculares tiene sellado el certificado Hi-Res de alta calidad para sonido 96KHz/24bit gracias a su DAC, y en la web oficial de la marca se puede acceder al documento que lo certifica, firmado por Shin-ichi Suenaga, Director Ejecutivo del Japan Audio Society.

Los B2 se comportan de forma más que notable a cualquier frecuencia, incluso abusando de las frecuencias más bajas, sin distorsionar de forma apreciable el resto de frecuencias. Quizá vibren un tanto más de lo esperado a un volumen muy alto, debido a su impedancia de 32 Ohm, pero incluso así permiten una alta calidad de audio. El sonido es bastante plano sin ecualización, con frecuencias altas claras y contundentes en frecuencias bajas.

Respecto al micrófono, la primera impresión fue más que decepcionante. Esto ocurrió porque el volumen del micro estaba al 100%, y percibía demasiado el sonido de fondo, debido a la alta sensibilidad del mismo. De hecho, el filtrado Environmental Noise Cancellation (o ENC) del programa Sharkoon Audio Center ahoga demasiado las frecuencias medias también, no siendo muy efectivo.

Sin embargo, solo con bajar el volumen del micrófono al 90% o menos cambia radicalmente y funciona mucho mejor y a plena potencia, capturando correctamente el sonido del habla incluso si el micrófono está bastante alejado de la boca. Es preferible así a tener el volumen al máximo y que el micrófono no capte lo suficiente y se quede corto, algo que ocurre incluso en auriculares con micrófono mucho más caros. Este micrófono tiene una frecuencia de respuesta de 100 Hz a 10.000 Hz según la marca, que funciona bien para capturar la voz, siempre devolviendo una señal idéntica para 2 canales estéreo, a 16bit en hasta 48 Khz. Está bastante bien, pero no al nivel de los transductores, que son de calidad superior.

Este micro se puede usar desde los auriculares o conectarlo directamente en una entrada de micrófono compatible diferente. Sin embargo, los auriculares con su tarjeta de sonido separado no ofrecen una forma efectiva de escucharte a ti mismo sin latencia desde los cascos a través del micrófono, que es algo que siempre observamos para los jugadores. Por tanto, los B2 son una buena solución para que te escuchen bien en las partidas online o incluso para hacer videoconferencias y demás, pero no son válidos para escucharte a ti mismo sin latencia.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí